El presidente del consejo de administración de Barreras, José García Costas, informó ayer de que en los próximos días se llevarán a cabo las últimas pruebas de mar y "retoques" en el flotel para Petróleos Mexicanos (Pemex), el Reforma Pemex, cuya entrega se realizará a lo largo de este mes, en una fecha todavía por concretar. El empresario vigués también aseguró que la factoría naval confía en poder cerrar "en días" el contrato de un nuevo barco "muy especial", del que prefirió no dar detalles, en alusión al minicrucero de lujo de 170 metros de eslora cuya negociación avanzó este diario el pasado febrero.

García Costas explicó que el flotel requiere de "muchos ajustes" por la tecnología que incorpora el barco, y reconoció que quedan algunos "retoques" de pintura pendientes -se canceló el contrato con la empresa auxiliar que iba a asumir esa tarea en Vigo-, lo que ha generado un cierto retraso en la entrega. Pese a esto, la recepción del barco por parte de la petrolera mexicana será en julio, en una fecha que se determinará la próxima semana. Sobre la posibilidad de que Pemex ponga en venta el buque y su gemelo de Navantia, el Orgullo Petrolero, García Costas apuntó que la armadora del flotel, PMI (filial de Pemex), le ha trasladado su intención de quedarse con el navío para sustituir una unidad más antigua y en régimen de alquiler, pero no descartó del todo esa operación.

Barreras confía en cerrar de forma inminente el contrato de un buque "muy especial e importante", según indicó García Costas, sin dar más detalles. El presidente del astillero se refería al minicrucero de lujo que lleva meses negociando. Detrás de este pedido se encuentra un naviero del norte de Europa experto en el segmento de cruceros de expedición, varios fondos de inversión y una conocida cadena hotelera, como avanzó FARO. De consolidarse, Barreras se estrenaría en un nicho de negocio en pleno crecimiento. El barco tendría 170 metros de eslora, 130 camarotes y 260 camas de capacidad para expediciones con un público muy exclusivo.