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Junta general de accionistas

Pescanova aspira a ser "jugador mundial de langostino" para paliar la falta de inversión

Es el sexto operador global de este producto, que es la base de su futuro plan estratégico -Su cultivo es idóneo para lidiar con estrecheces económicas porque engorda muy rápido

Cosecha de langostino en una de las granjas de Pescanova de Nicaragua. // Foto: @gleznacho

Nueva Pescanova celebra hoy la primera junta de accionistas después de haber asumido el timón de la empresa en noviembre y tras haber configurado, después de febrero, el grueso de su equipo directivo. Los socios validarán unas cuentas que certifican un ligero incremento de la facturación -el volumen de toneladas comercializadas creció un 2,2%, hasta las 184.000- y números rojos por 6,5 millones de euros (corresponden al segundo semestre y se imputarán a resultados negativos de ejercicios anteriores). A la compañía le queda al menos un trienio por delante -periodo en el que estarán los bancos al frente- sin posibilidad de acometer inversiones, y se encomienda a su producto estrella para maquillar esta travesía y compensar el avance de la competencia. Quiere ser un "jugador mundial de (langostino) vannamei", según fuentes próximas a Nueva Pescanova, que presentará su plan estratégico después del verano. "Es el mensaje de Robatto", el cuarto presidente que ha tenido la pesquera.

De cada cien euros que ingresa Pescanova al mes, 46 proceden de la comercialización -bajo todos los formatos- del vannamei de acuicultura y el gambón salvaje, que se captura en Argentina, Mozambique y Angola. El langostino de granja permite bajar los precios y amplificar el número de posibles compradores. El grupo es el sexto operador mundial con 34.000 toneladas anuales, y el reto pasa por elevar la producción -no depender tanto de otras empresas y actividad de trading-, aportar valor añadido a la especie de cara a los lineales del supermercado y llegar a nuevos mercados, como el anglosajón. Por detrás del langostino las ventas de merluza representan el 11%, por el 4% del surimi y el calamar. El rodaballo apenas llega al 3%.

El producto idóneo

A cierre de 2011 los activos fijos consolidados ascendían a 1.120 millones de euros, el doble que en 2005 y tras haber emprendido una carrera loca por crecer a base de crédito bancario. Pero desde entonces ha menguado tras haber perdido Pesca Chile -y el negocio del salmón y la merluza austral-, Lafonia Seafoods, Austral Fisheries, Antarctic Fisheries, Acuinova SL y un par de granjas de Promarisco (Ecuador). Como quiera que la banca es acreedora y máxima accionista a la vez, la mano para acometer futuras inversiones sigue cerrada, y no será hasta el otoño cuando Nueva Pescanova amplíe capital para equilibrar la deuda y el Ebitda (beneficio sin amortizaciones o intereses) hasta un nivel razonable. El negocio del vannamei es idóneo para lidiar con estas estrecheces por el bajo consumo de circulante y los periodos cortos de maduración.

Las granjas de Centroamérica, donde está Pescanova, son extensivas de baja densidad, y en cuatro o cinco meses de puede hacer la cosecha.Este plazo contrasta con los más de dos años que requiere un rodaballo para alcanzar los 2,5 kilos, o los casi 30 meses que tardan los salmónidos (salmón y trucha) en alcanzar el peso óptimo de venta. De momento las importaciones a España de langostino siguen capitaneadas por el gambón procedente de Argentina, pero con Ecuador (el grupo tiene la filial Promarisco en este país) en segundo lugar tras haber batido a China. A continuación les siguen, muy de lejos, Nicaragua (la subsidiaria de Pescanova es Camanica), con Honduras (Novahonduras) en noveno lugar. Ecuador es el tercer productor mundial con 340.000 toneladas en 2014, por detrás del gigante amarillo (955.000 toneladas) e Indonesia (504.000 toneladas), de acuerdo a la información publicada por el portal especializado Shrimp News International.

Los socios de la "vieja Pescanova" proponen una OPA de exclusión para corregir el valor

  • La junta de hoy tendrá a la vieja Pescanova como protagonista del cónclave, y volverá a revelarse como antagonista de los nuevos propietarios. Nueva Pescanova reprobará la gestión de sus predecesores y del consejo conformado por Alejandro Legarda, Fernando Herce, Diego Fontán y César Mata. "No tiene ningún sentido, se van a aprobar las cuentas pero no la gestión, y ésta estaba supervisada por la CNMV y Deloitte. Son ganas de meter el dedo en el ojo", censuran fuentes próximas a la empresa.Pero la vieja Pescanova tampoco despierta plenas simpatías entre sus socios, que proponen solicitar una OPA de exclusión a la CNMV para que los títulos coticen seis meses y se corrija el precio, lo que permitiría a los minoritarios atrapados en el valor hacer algo de liquidez. "No tienen por qué estar parados y esperar a ver qué hace Nueva Pescanova. Tienes una empresa que puedes aprovechar", explica uno de los accionistas de referencia. En su opinión, la antigua matriz de la pesquera debería hacer un plan estratégico propio, un plan de viabilidad "real y factible" y aprovechar el escudo fiscal que tiene -por las pérdidas acumuladas en el pasado- para negociar la paz con Nueva Pescanova con la vista puesta en una integración de ambas.

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