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La concentración del sector

Los dueños chinos de Albo compiten con las pesqueras gallegas en Argentina

Los nuevos dueños de la conservera viguesa son titulares de Altamare, con cuatro barcos y una planta

Una delegación de empresarios chinos visitó Puerto Madryn tras la compra de Altamare. // Rawson Informa

Shanghai Fisheries General Corporation (SFGC) es la matriz del coloso chino que cerró, el pasado viernes, la compra de la conservera Hijos de Carlos Albo. Para el gran público era desconocida hasta su aterrizaje en Vigo, pero el sector sabe de su expansión hace tiempo. Con una de las mayores flotas del mundo para la pesca pelágica, el grupo asiático ejecutó hace apenas dos años una operación que no trascendió en España y que lo erigió como competencia directa de las pesqueras gallegas en Argentina. Pagó 21,5 millones de dólares -unos 16,5 millones de euros al cambio en aquel momento- por Altamare SA, la antigua filial del Grupo Pereira en el país sudamericano. Tiene cuatro buques, una factoría de 33.575 metros cuadrados en Puerto Madryn y planea la construcción de un astillero y una fábrica de harinas de pescado.

Pereira, que acaba de comprar la conservera Portomar y va a renovar el arrastrero Puente Sabarís (NAFO), hizo lo mismo que Pescapuerta y decidió desinvertir de Argentina para centrarse en la pesquería de Malvinas, lo que precipitó la venta de Altamare. Los cuatro buques que entraron en la operación se dedican a faenar las principales especies del caladero argentino. El Puente Mayor es el de mayor envergadura, con 67 metros de eslora y centrado en la captura de merluza. Los tangoneros Puente Chico y Puente San Jorge, de 37 y 35 metros de eslora, respectivamente, están preparados para la pesquería del langostino. El Puente Valdés, por último, es un potero.

En Puerto Madryn, provincia de Chubut, también está asentada Iberconsa Argentina, que acaba de incorporar a su flota dos buques de Santa Helena (en concurso de acreedores) y el Minchos Octavo, reformado en el astillero Freire para la pesca de langostino. También se ubica en la misma ciudad Estrella Patagónica, ex de Pescapuerta que comercializa los productos en exclusiva para la pesquera de Vigo. Pescanova, Profand y Vieirasa tienen sus subsidiarias más al sur del país, en Puerto Deseado, mientras que Pesquera Cruz del Sur, participada por Fandicosta, está al norte, en Mar del Plata.

La expansión

Pero lo que realmente puede convertir a los nuevos dueños de Albo en un gran referente en el caladero argentino es la compra de Solimeno. Tiene una de las mayores flotas del país con doce barcos, tres instalaciones frigoríficas y dos de procesado. El secretario general del principal gremio pesquero del país, Jorge Frías, explica que la compra de esta empresa "es una versión aquí desde hace tiempo" pero, si se ha ejecutado, no se ha hecho público. Lo que sí ha trascendido en los medios locales es que en mayo del año pasado, coincidiendo con una visita del Gobierno chino a Puerto Madryn (SFGC es una compañía estatal), se firmó una "carta de intenciones" para adquirir Solimeno. Tiene una flota de tres fresqueros para la pesca de merluza y nueve congeladores, que se dedican tanto de langostino -como el Arrufo- como de pota -el Navegantes III o Scirocco-. Shanghai Fisheries General Corporation tiene industria pesquera también en Marruecos o Mauritania.

Shanghai Kaichuang construirá la planta en China cuando la de Vigo sea competitiva

Quiere multiplicar ventas y no descarta la contratación de más plantilla

  • Shanghai Kaichuang es una de las compañías que integran el grupo Shanghai Fisheries General Corporation y es la que ha abonado casi 61 millones por la conservera Albo. Albino Morán, el experto que ha asesorado al grupo asiático en la operación, descarta cambios inmediatos. "Tenemos que aterrizar, que la gente conozca la empresa y que el mercado se olvide de quién es el dueño". La marca Albo, que fue tasada en 13,7 millones, es la que realmente quieren destacar. Su apuesta es clara: "El producto y el servicio tendrán que ser mejores, que ya son buenos ahora, pero hay que arañar más cuota de mercado".A partir de entonces, cuando se haya cumplido el hito del aterrizaje sin contratiempos, será cuando los nuevos propietarios empiecen a pensar en reformas o en nuevos equipamientos para la factoría de Vigo. En este sentido, según Morán, la gran factoría de procesado de túnidos que Shanghai Kaichuang construirá en Zhoushan no hará la competencia a Albo, al menos a medio plazo. "Es un proyecto que se llevará a cabo cuando aquí se haya mejorado el management y elevado la productividad" de la conservera. "Es un mercado muy competitivo y esta compañía [por el grupo chino] es nueva en el negocio conservero", por lo que simultanear el arranque de Albo España con la planta en China sería un error. Con Vigo como eje del negocio, Shanghai Kaichuang aspira a vender "en todo el mundo", y contratará a más personal si es capaz de elevar ventas y necesita elevar la producción.

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