Poco a poco, aunque con alguna excepción conocida, los constructores navales españoles están recuperando el terreno perdido en los últimos años, primero por la crisis y después por el bloqueo comercial a raíz de la denuncia del viejo tax lease (el antiguo sistema de bonificaciones que utilizaba el sector para competir en precios). De hecho, los datos muestran que España superó en 2015 a Holanda -cuyos astilleros impulsaron la demanda contra el tax lease que ahogó al naval español- en nuevos pedidos (medidos en términos de arqueo bruto compensado) y se colocó como el cuarto país europeo (tras Italia, Alemania y Finlandia) por volumen de CGT y el undécimo del mundo, tras crecer la contratación un 68%.
En total, según las estadísticas oficiales que maneja Pymar, la sociedad que representa a los pequeños y medianos astilleros españoles, el año pasado se contrataron 47 buques con 312.452 CTG (toneladas brutas compensadas), alcanzando unos niveles que se aproximan a los registrados los años anteriores a la crisis económica mundial. En el ranking mundial de países constructores de buques, España se sitúa en la undécima posición, con el 0,7% de las CGT contratadas el año pasado, por encima de otras potencias europeas como los Países Bajos, Croacia, Polonia y Rumanía, aunque por detrás de Italia, Alemania y Francia. En lo más alto de la tabla se mantiene China, seguida por Japón y Corea del Sur, que entre los tres se reparten el 84,16% de las CGT adjudicadas en 2015.
Después de tocar fondo en 2011, año en el que la suspensión del antiguo tax lease llevó al sector a mínimos históricos de contratación, la cartera de pedidos de los astilleros españoles ha ido recuperándose paulatinamente, de forma que al cierre del año pasado contaban con un total de 65 buques adjudicados: 18 offshore, 12 pesqueros, 5 buques tanque y dos barcos de pasaje. En 2015, los constructores navales españoles cerraron un total de 47 nuevos contratos, compuestos por 25 buques clasificados como other (de los cuales 24 son remolcadores), 8 buques tipo offshore, 7 pesqueros, 5 buques tanque y 2 barcos de transporte de carga general.
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En la recuperación del sector naval ha influido la puesta en marcha en 2013 de un nuevo régimen de financiación de activos -un nuevo tax lease- que cuenta con la máxima seguridad jurídica y está respaldado tanto por la Comisión Europea (CE) como por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE), y que ha permitido desde entonces y hasta la fecha la contratación de 28 buques por valor de 934 millones de euros, como avanzó FARO. De esos 28 contratos firmados ya con el nuevo tax lease, la mayoría corresponden a astilleros vascos y asturianos, aunque hay varias operaciones en negociación en Galicia.
En los últimos años, las factorías españolas destacaron en la construcción de offshore (supplies, floteles, sísmicos, de tendido de tuberías, excitadores, etc.) vinculados al oil & gas, así como en la fabricación de barcos de pesca, donde históricamente se han posicionado como unos de los principales constructores a nivel internacional. También tienen una honda experiencia en buques de investigación oceanográfica, remolcadores, buques de transporte de pescado vivo, ferris, buques de carga general y de pasaje.
En el último año, el segmento que más movimiento comercial está registrando en Galicia son los pesqueros, principalmente los palangreros, aunque ya hay un arrastrero en construcción y otros dos en negociación avanzada. Los armadores, animados por la caída del crudo y los buenos precios del pescado, se han lanzado a la renovación de flotas que en la mayoría de casos superan los treinta años de antigüedad. Actualmente hay en construcción palangreros (Nodosa, Joaquín Castro, A Xunqueira -ya entregado-), arrastreros (Nodosa) y maciceros de apoyo a la flota atunera (Armón Vigo).
