Las más de cuatro horas que duraron ayer las reuniones de la cúpula de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) -comité ejecutivo y junta directiva- fueron un trago dulce y amargo para su presidente, Antonio Dieter Moure, que pudo aprobar las cuentas de 2014 y 2015 pero se topó contra un muro cuando quiso validar el plan de viabilidad que ha de rescatar a la confederación de la insolvencia. Estas medidas de contingencia, que avanzó FARO en exclusiva y que solo preveían despidos (entre cinco y catorce), no son suficientes a ojos de los empresarios para garantizar la supervivencia a largo plazo de la principal organización patronal de Galicia. El equipo de Dieter tiene hasta el lunes para diseñar un plan alternativo, aprobarlo en junta directiva y que la asamblea lo ratifique. De lo contrario varios vocales acudirán al juez para cumplir con lo establecido en el artículo 18.4 de la ley de Derecho de Asociación: "En caso de insolvencia de la asociación, el órgano de representación [...] ha de promover inmediatamente el oportuno procedimiento concursal ante el juez".

Este periódico ha tenido acceso a un escrito de un vocal de la patronal en el que razona por qué está dispuesto a utilizar esta vía. "Con el informe de viabilidad que se ha trasladado no se propone la adopción de medidas necesarias y urgentes [...] y resultan insuficientes dada la situación económica de la entidad". La misma misiva insta a la convocatoria urgente de la asamblea general -que se celebrará el lunes a las 12:00 horas- para pedir "el oportuno procedimiento concursal en caso de que no se apruebe un plan de viabilidad". El propio secretario general de la CEG, Fausto Santamarina, remitió a los miembros de la junta un informe de cinco páginas en el que recuerda que "el deudor deberá solicitar la declaración de concurso dentro de los dos meses siguientes a la fecha en que hubiera conocido o debido conocer su estado de insolvencia". Y ésta puede ser "actual" (imposibilidad de atender sus obligaciones ordinarias como el pago a los trabajadores) o "inminente" (previsión de falta de cumplimiento en un futuro próximo de las obligaciones).

Lo que sí logró Dieter Moure fue la aprobación de las cuentas, aunque el presupuesto queda supeditado a la disposición de un plan de viabilidad. Las de 2014 contaron con el voto a favor de Ourense y Pontevedra y la abstención de Lugo y A Coruña (que habían votado en contra ) tras incorporar una "anotación de disconformidad" con el pago de más de 30.000 euros a la empresa que prestaba servicios de comunicación en la etapa de José Manuel Fernández Alvariño. Las de 2015, también heredadas del vigués y que arrojaron un beneficio de más de 200.000 euros, contaron con el visto bueno general de los asistentes. "Una cosa menos, parece que sí, pero nunca se sabe", declaró el presidente de la CEG a FARO al término de la reunión, si bien señaló que sí se había aprobado el plan de viabilidad para "empezar a negociar con la banca". Este paso tendrá que esperar al lunes. Fuentes de la patronal aseguran que hay fondos para abonar las próximas nóminas, pero en absoluto para afrontar deudas de 650.000 euros que se acumularán a 30 de junio, y que se elevan hasta los 1,2 millones con el total de débitos acumulados o previstos. Respecto a uno de ellos, los 650.000 euros que reclama el Igape por incumplimiento parcial del Plan Pexga, se ha ganado tiempo con la interposición de un recurso de reposición ante el organismo público.

La asamblea del lunes no estará exenta de polémica porque se ha aprobado la actualización del censo, con lo que las patronales sectoriales, el gran apoyo de Dieter en las elecciones, han perdido 14 vocales. Entre las organizaciones perjudicadas están Asime (metal), Ineo (nuevas tecnologías), Fegape (parques empresariales), Fegabus (autobuses) o Fefga (farmacias).