La sexta edición de Navalia, la Feria Internacional de la Industria Naval que abre hoy sus puertas en el recinto ferial de Vigo, será recordada como la de la "recuperación" para un sector estratégico para la economía gallega, sobre todo para las rías de Vigo, Pontevedra y Ferrol. Astilleros e industrias auxiliares coinciden en que es la edición que ha despertado un mayor "optimismo" desde la de 2008, justo antes del estallido de la crisis financiera mundial y con el naval en máximos históricos. El sector se volcará en los barcos de pasaje (ferris y minicruceros), los pesqueros y la eólica marina para tratar de compensar el desplome de los pedidos de la industria offshore de hidrocarburos, y confía en que algunos contratos que llevan tiempo madurando entre astilleros y armadores vean al fin la luz en los tres días de certamen en los que se espera la visita de más de 25.000 profesionales.

Navalia abrió hoy sus puertas con grandes expectativas // P.Pedrido

Varios aspectos diferencian al certamen que arranca hoy con sus ediciones de 2010, 2012 y 2014, pero el más reseñable de todos es que la crisis provocada por el antiguo tax lease está enterrada. La suspensión del anterior sistema de bonificaciones fiscales que usaban los astilleros españoles para contratar marcó a fuego las ferias de 2012 (justo un año después de su cancelación) y 2014 (nueve meses después de la sentencia de Bruselas que obligaba a los inversores a devolver las ayudas, decisión hoy suspendida por los tribunales). Pero hoy el sector dispone de un nuevo mecanismo blindado al 100% por el Tribunal General de Justicia de la Unión Europea y en pleno uso y los temores a la devolución de las bonificaciones fiscales del régimen anulado se han disipado casi totalmente tras la sentencia de Luxemburgo del pasado diciembre.

Fuentes del sector coinciden en que este factor, sumado a una mayor demanda de armadores y navieras, con la excepción del segmento del oil & gas, invitan al "optimismo". En la edición de 2008, en pleno apogeo del naval, se habían negociado contratos en el certamen por valor de 4.200 millones de euros, según señalaron entonces desde la organización, aunque no todos estos pedidos llegaron a consolidarse. Los astilleros centrarán sus ofertas principalmente en tres segmentos: buques de pasaje, pesqueros y eólica offshore. La caída del precio del crudo ha perjudicado gravemente a la industria offshore, que ha paralizado la renovación de flotas (sísmicos, supplies, floteles, etc.), pero ha beneficiado a otros negocios como el transporte de viajeros, lo que ha disparado los contratos de ferris, buques de pasaje y cruceros. En este segmento están peleando por importantes contratos astilleros como Barreras (un minicrucero de 170 metros de eslora), MetalShips & Docks, Armón Vigo y Vulcano, entre otros.

Así se preparó Navalia, en el Ifevi // A.Irago

Otro nicho por explotar y al que se pretende dar un especial protagonismo en la feria es el de pesqueros. Los armadores apuestan firmemente por la renovación de la flota gallega que faena en terceros países a través de empresas de capital mixto, y en las últimas semanas han vuelto a exigir el apoyo de las administraciones para llevar a cabo sus planes. Según informó recientemente el presidente de la Cooperativa de Armadores de Vigo (Arvi), Javier Touza, el colectivo al que representa aspira a encargar a astilleros gallegos entre "cinco y seis" buques antes de 2020. Por ahora, tal y como avanzó en exclusiva este periódico, el único arrastrero encargado por armadores vigueses lo está construyendo Nodosa Shipyard en Marín Nodosa Shipyardy operará en el caladero de Malvinas.

La eólica marina también centrará la atención de los astilleros y la industria auxiliar. La feria aspira a recibir más de 25.000 visitantes profesionales y cuenta con medio millar de expositores de 75 países. También participarán numerosas delegaciones internacionales, entre las que destacan Turquía, Perú, Sudáfrica, Italia, Rusia e Indonesia.