Petróleos Mexicanos (Pemex) ha revisado las cuentas de 2015 y ha revelado una desagradable sorpresa: los números rojos ascienden a 40.000 millones de dólares (unos 35.640 millones de euros), un 36% más que lo que había anunciado a principios de año. El gigante azteca acumula además una deuda de más de 77.500 millones de euros y se ha visto duramente golpeado por el desplome de los precios del crudo.

La mala trayectoria de la compañía, máxima accionista del astillero vigués Hijos de J. Barreras (tiene el 51% del capital), provocó la destitución de su anterior director general, Emilio Lozoya, y el fichaje de un experto en reestructuraciones y conocido en el país como el hombre de las tijeras, José Antonio González Anaya.