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El dilema de la sucesión

El heredero de una empresa familiar paga en España un 1% de su valor en impuestos

Es uno de los países menos onerosos, aunque Alemania, Reino Unido o Portugal aplican la exención total de tasas -El 92,4% del mapa societario gallego lo copan estas compañías

La empresa familiar tiene un componente de arraigo territorial más pronunciado que en las que no lo son y ha demostrado un mayor compromiso con el empleo. En 2007 tenía 4,7 empleados por cada millón de euros facturado, por los 3,1 de las sociedades no familiares; en 2013, y pese a la crisis, el volumen de plantilla aumentó hasta los 5,1 trabajadores por millón de ingresos, mientras que en el resto de compañías se descendió hasta los tres. Por este motivo su continuidad es vital en comunidades como Galicia, donde el 92,4% de las mercantiles son familiares, y la tributación es un factor determinante para su supervivencia. En España la transmisión por herencia de una empresa de este tipo conlleva el pago de algo más del 1% de su valor en impuestos, frente a la exención total que se puede conseguir en países del entorno como Portugal, Alemania o Reino Unido. El fisco se lleva 110.531 euros.

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El Global Family Business Tax Monitor de KPMG ha analizado la tributación de 42 países utilizando como supuesto la transmisión de una empresa industrial valorada en diez millones de euros, y España aparece como una de las economías menos gravosas. Sin la aplicación de las exenciones previstas en la legislación para las empresas familiares -reducción del 95% del impuesto de Sucesiones y Donaciones y de la totalidad en Patrimonio-, por la misma compañía un heredero debería abonar 3.322.697 euros en impuestos, más del 33% de su valor de tasación (que incluye fondo de comercio).

El entorno

"Es muy importante resaltar los importantes beneficios globales de las empresas familiares en términos de generación de riqueza y, sobre todo, de generación de empleo", destaca Juan José Cano, de KPMG, para poner en valor la existencia de este tipo de beneficios fiscales. Salvo el caso luso, la tributación a la hora de heredar una empresa en los países del entorno es mayor, lo que despeja el riesgo de deslocalización. "Con carácter general en España este fenómeno de territorios no se produce, siendo bastante similar la tributación en las distintas comunidades autónomas", añade el informe. En Francia, y para la transmisión de una empresa de idénticas características, el fisco se queda con 842.394 euros, por los 956.500 de Grecia (no tiene exenciones de ningún tipo), 255.750 de Irlanda o 270.883 euros en Finlandia. Por contra en Noruega se pagan impuestos por transmisión en caso de fallecimiento del propietario de 32.300 euros, y otros 20.000 en Austria.

Los países aplican tasas de todo tipo: Impuesto sobre la Renta de Personas Físicas, Sucesiones (IHT, por sus siglas en inglés), Transacciones Inmobiliarias (RETT), de Transferencia de Capital, de Transmisión de Valores o sobre plusvalías (CGT). Por esta razón, y aún existiendo exenciones para empresas familiares, en Estados Unidos la transmisión conlleva el pago de tasas por más del 26% del valor de la sociedad (2.682.795 euros). Japón es el país menos complaciente a nivel fiscal, con impuestos por el 37,7% del valor de la empresa, casi a la par que en México (37%) y por encima de Brasil, con algo más del 11%. En estos tres casos no existen exenciones específicas para facilitar la herencia de las mercantiles familiares.

La donación

Para el experto José Luis Fernández-Picazo "aunque las consideraciones fiscales no deben condicionar la decisión sobre cuándo es el momento idóneo para traspasar la empresa, para muchos es uno de los aspectos clave que hay que tener en cuenta". Es la segunda vía para la transmisión de la sociedad, que se produce por jubilación del donante y conocida como inter vivos. En España, y de acuerdo al mismo estudio internacional, el tratamiento fiscal no difiere en exceso aunque es preciso cumplir una serie de requisitos para beneficiarse de las exenciones fiscales, que permiten reducir la factura desde los casi 5,5 millones de euros a los 110.769 finales.

El donante (administrador de la empresa familiar) debe tener 65 años o más o estar en situación de incapacidad absoluta, dejar de percibir las remuneraciones que ingresaba como directivo y que el receptor de la herencia mantenga la participación en la compañía durante al menos diez años. De nuevo Alemania, Portugal, Reino Unido o Italia aplican la exención total de tributos, y en Japón la factura fiscal sobrepasa con holgura la mitad del valor de la compañía (5.470.370 euros y para el mismo supuesto de una firma de diez millones de euros de valor contable).

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