El Juzgado de lo Comercial número 25 de Buenos Aires ha levantado la inhibición general de bienes que pesaba sobre la filial argentina de Pescanova, Argenova, y que le fue decretada tras su entrada en concurso de acreedores en 2013. La inhibición de bienes es una medida cautelar que impide al deudor impide al deudor la venta o hipoteca de los activos para garantizar el pago del pasivo, de modo que ahora la compañía podrá deshacerse de los que sean ociosos. Según el auto del juez Horacio Francisco Robledo Argenova ha explicado que tiene ofertas por tres vehículos y que destinará los fondos que recaude al pago de los gastos del concurso preventivo. La compañía deberá abonar a los acreedores 31,5 millones de euros para hacer frente al pasivo concursal tras haber rebajado esta cuantía en 17,8 millones, como avanzó FARO.