"Satisfecho y ratificado". Así se confiesa el presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP), Jorge Cebreiros, tras haber analizado la sentencia que desestima que se hubiese producido un fraude en las elecciones en las que derrotó a Luis Novoa, como sostenían hasta siete organizaciones empresariales de la provincia. "Confiábamos en que no podía ser una sentencia diferente a la que fue", expuso ayer el empresario, que consideró como un "error" y no una "irregularidad" la única tacha que puso la magistrada del juzgado de Primera Instancia nº 1 de Vigo: un único voto inválido de José Domingo González Fernández, a causa del cual deberán repetirse los comicios para elegir al vicepresidente de Territoriales.

Para Cebreiros la responsabilidad de este "error" es exclusivamente del presidente de la mesa electoral, José Mañas, que durante el juicio fue muy crítico con el proceso electoral y aseguró haberse sentido "utilizado" y que la mesa "no se enteraba de nada". La propia juez fue explícitamente dura con Mañas en el texto de la sentencia, algo que no entienden y han criticado las patronales que interpusieron la demanda. "El presidente de la mesa ha negado por activa y por pasiva que se le consultase al respecto [de delegaciones de voto dudosas], pero sobre su testimonio goza de escaso valor probatorio", contiene el fallo judicial, que añade que como presidente "no observó incidencia alguna en las delegaciones emitidas". Cuatro personas aseguraron en el juicio "sin ninguna duda" que la firma estampada en sus delegaciones de voto no era suya, pero la juez entiende que no se vulneraron los estatutos y que no han quedado probadas las irregularidades.

Jorge Cebreiros apuesta ahora por pensar "en futuro, como veníamos haciendo desde el 27 de febrero de 2015, solo que ahora mucho más tranquilos, mucho más ratificados e invitando a que todos seamos capaces de venir a trabajar a la CEP, en la que hay aún muchos retos por asumir". La paz en la patronal pontevedresa tardó dos o tres meses en llegar después de las elecciones, y está por ver si se rompe la tregua a raíz de la publicación de la sentencia. Por lo pronto el sector crítico ha vuelto a censurar el texto de la magistrada. "Reconoce que se falsificaron firmas pero ratifica la validez de esas delegaciones. Es escandaloso", explicó uno de los portavoces de las patronales demandantes, que consideran que "en la propia sentencia se abre la puerta al recurso" pero que oficialmente no se han decantado por dar este paso.