Del manojo de supuestas irregularidades que propiciaron la victoria de Jorge Cebreiros como presidente de la patronal de Pontevedra (CEP) en detrimento de Luis Novoa, y que fueron llevadas a juicio por siete organizaciones empresariales, el Juzgado de Primera Instancia número 1 de Vigo solo ha apreciado una. Se trata del voto por duplicado de José Domingo González Fernández y que, a juicio de la magistrada María Isabel Castro, no invalida el proceso electoral pese a las acusaciones de pucherazo que han campado por la CEP desde la celebración de los comicios, el 26 de febrero de 2015, hasta la fecha. La juez ha estimado parcialmente la demanda pero "en el único aspecto de anular el acuerdo de proclamación de la vicepresidencia de Territoriales". Aquel doble voto sí alteró este resultado, pero no el del proceso que aupó a Cebreiros como patrón de los empresarios.

Por este motivo la CEP sí tendrá que repetir los comicios pero solo para elegir a un representante de Territoriales, que desde hace quince meses ostenta José Manuel Valenzuela Limiñana (AJE-Pontevedra). El empresario obtuvo 128 votos, los mismos que su adversario, Rubén Hermida (AJE-Vigo), y se hizo con el puesto al ser el aspirante de mayor edad. Cebreiros convocará comicios "a la mayor brevedad" para cumplir la resolución judicial, y aprovechará previsiblemente la convocatoria para elegir a un vicepresidente de Industria. Su candidato, José García Costas, no pudo presentarse tras una sonada y ácida polémica con una de las patronales que finalmente firmó la demanda: Asime. "Es un tema de coherencia personal", expone Cebreiros, que en todo caso deberá consensuar esta decisión con el comité directivo. En su equipo no ocultaban ayer la alegría: "Esto callará muchas bocas".

Pero en la literalidad de la sentencia la juez no despeja todas las dudas de las patronales demandantes. "Varios de los vocales delegantes han manifestado sin duda no ser suya la firma que obra en la delegación exhibida", dice textualmente el fallo en referencia a los empresarios que votaron a través de un tercero. Son cuatro electores que no reconocieron su firma durante el juicio, y un quinto "expresó dudas" sobre la autoría de la suya. Cebreiros ganó a Novoa por solo tres votos de diferencia: 131 a 128. Pese a esta revelación, la magistrada opta por "ratificar la validez de las delegaciones de voto admitidas por la Mesa en cuanto no se ha producido infracción estatutaria". Y esta es la aseveración que ha irritado a los críticos con el proceso (Asime, Aceca, AJE-Vigo, Asetranspo, Asociación de Industria Química, Atra e Instalectra).

"Es un escándalo", sostienen desde una de estas patronales, que han visto rechazada la petición de realizar una peritación caligráfica de las firmas. "¿Se supone que en los estatutos se debe poner que es inválido suplantar una identidad? ¿No es evidente?", se preguntan. Para estas organizaciones el punto importante de la sentencia es que "se avala "la existencia de firmas falsas en el proceso electoral de la CEP, pese a lo que sorprendentemente valida parte del resultado electoral". A su juicio el fallo despeja la interposición de un recurso "al admitir irregularidades gravísimas", si bien oficialmente todavía no han decidido si presentarlo o no. Frente a esta valoración de la oposición de Jorge Cebreiros, en su equipo zanjan que "la sentencia deja meridianamente claro y voto a voto que no se alteró la voluntad de los que delegaron".