El plan de Ibérica de Congelados (Iberconsa) para convertirse en un referente en el gambón argentino sigue su curso. Hasta la entrada de Portobello Capital en su accionariado la compañía viguesa tenía tres buques tangoneros en el caladero argentino: el API VI, Lunes Santo y Nuevo Anita. A finales de marzo incorporó otros dos, el Magdalena y Victoria P, que operará durante tres años en régimen de charteo (una especie de alquiler) al ser propiedad de la armadora Santa Elena, en concurso de acreedores. Y la última adquisición ha sido el Minchos Octavo, que saldrá esta semana rumbo al Atlántico Suroeste tras haber pasado por un proceso de cirugía en el astillero vigués Freire Shipyards.

El buque tenía antes de su remodelación una eslora de 35,1 metros, pero ahora supera los 40 metros tras haber sido alargado. Las obras incluyeron también la redistribución completa de la cubierta principal y el montaje de un bloque en la proa del puente de gobierno. Dispone ahora de cuatro nuevos compartimentos (o pañoles) y pasarelas de cubierta. Además del incremento de tamaño la capacidad de congelación a bordo ha aumentado de forma notable al pasar de uno a cuatro túneles de congelación. Las obras han permitido por último la construcción de dos nuevos camarotes, un aseo adicional un local de lavandería y la ampliación del comedor.

Esta reforma del buque es idéntica a la que ejecutó el mismo astillero con el Minchos Noveno, otro arrastrero de Gran Sol que compró Iberconsa para faenar en Namibia. Los buques son gemelos y formaban parte del grupo Minchos, estructurado a través de tres empresas: Pesquera Rodríguez Bouza, Hermanos Minchos y Minchos SA. Los dos tangoneros que operará bajo charteo también tuvieron que ser reparados -esta vez en Argentina, en el astillero Coserena- por el deterioro sufrido al haber estado amarrados durante más de dos años.

Tras la inyección de capital de más de noventa millones que se produjo con la entrada de Portobello la pesquera viguesa ya anunciara su intención de adquirir cuatro tangoneros y ampliar sus instalaciones de Namibia, centradas en la merluza (especie en la que son líderes mundiales). Para esa fase de expansión había previsto invertir unos 27 millones de euros, como constató su consejero delegado, Alberto Freire.