Los fabricantes de trenes españoles CAF y Talgo, la francesa Alstom y la alemana Siemens se disputarán el contrato de suministro a Renfe de treinta nuevos trenes AVE y su posterior mantenimiento durante cuarenta años, un macropedido valorado en unos 2.642 millones de euros. La operadora pública busca un tren que circule a una velocidad de hasta 320 kilómetros por hora y pueda transportar a un mínimo de 400 viajeros.

Renfe espera empezar a recibir los nuevos trenes a partir de 2018, según los pliegos del pedido. La compañía ferroviaria pretende garantizarse un calendario de incorporación de nuevos trenes para modernizar su parque de vehículos y prepararlo al paulatino aumento de la red ferroviaria y de la demanda de viajeros.