La compañía estatal Saudi Railway Organization (SRO), impulsora de la construcción del tren de alta velocidad que conectará las ciudades santas de Medina y La Meca (Arabia Saudí), lleva desde noviembre sin pagar las obras al consorcio de empresas españolas adjudicatarias del proyecto. Y entre ellas está la constructora gallega Copasa. El presupuesto total de la infraestructura es de 6.700 millones de euros para una línea de 450 kilómetros que aspira a atender una demanda diaria de 166.000 peregrinos diarios (60 millones al año). Las otras empresas del consorcio español, denominado Al Shoula, son Ineco, Adif y Renfe, Cobra, OHL, Consultrans, Indra, Imathia, Dimetronic, Inabensa y Talgo.

Según informó ayer el diario Expansión el motivo de los impagos estaría en el profundo empeoramiento de la economía del país, que se nutre fundamentalmente de los ingresos derivados de la venta de petróleo. Aunque no está cuantificado, los retrasos y el pago de certificaciones podrían ascender a centenares de millones de euros, según el mismo medio. Hay contratistas trabajando en el terreno que se han planteado la paralización de las obras, máxime teniendo en cuenta que esta situación podría derivar en una rescisión del contrato. En todo caso, el consorcio español prefiere negociar con Arabia Saudí antes de adoptar medidas drásticas.

Se da la circunstancia que los impagos se producen justo cuando el consorcio trataba de negociar con SRO un reconocimiento de los sobrecostes de la obra -con enormes dificultades técnicas al transcurrir sobre todo por el desierto, ya que apenas 54 kilómetros del trayecto discurren por zonas urbanas- mediante compensaciones económicas y más tiempo para finalizar la construcción, que en principio tendría que estar finalizada a comienzos del año que viene. Es más, fuentes próximas a Al Shoula calculan que necesitarían entre 12 y 18 meses adicionales para culminar la infraestructura.

La participación de Copasa en el consorcio es determinante al ser proveedora de una pieza fundamental de la línea: las traviesas. Los 450 kilómetros del AVE utilizarán 1,5 millones, además de cuatro millones de toneladas de balastro, por ejemplo. Del presupuesto inicial de 6.700 millones del proyecto Copasa calculó ingresos derivados de unos 640 millones, y la firma presidida por José Luis Suárez desplazó a Arabia Saudí numeroso personal y levantó una infraestructura propia para acometer su misión. Fabricó sobre el terreno una fábrica de traviesas, una canaletas, una cantera de balasto y un centro de soldadura. La compañía, con domicilio social en Ourense, cerró 2014 con un volumen de ingresos de casi 364 millones de euros, un 18% más que en el ejercicio anterior.