Después de 16 años en los que ha visto cómo el astillero de Teis iba de lo más bajo a lo más alto y viceversa, Antonio Fernández, Sesé, presidente del comité de empresa de Vulcano, ha decidido que lo mejor es que savia nueva tome las riendas de la representación de los trabajadores y anima a la dirección y a la propiedad a tomar ejemplo. Le sustituye en el cargo tras las últimas elecciones Nicolás Sangabriel, hijo de otro histórico, Antonio Sangabriel.

-¿Cómo está el astillero?

-Nuestra intención es sacarlo adelante. Los astilleros que se dedican a construir barcos de un tamaño medio y grande lo están pasando mal, todos. Solo se contratan buques pequeños.

-¿Y por qué no se explora ese nicho?

-Ahora sí. Le hemos transmitido a la empresa que tiene que disparar a todo. Pero estás en una situación difícil; competir con otros astilleros con experiencia en este tipo de barcos, como Armón, es inviable. El sector es igual en todas partes. Los trabajadores de Vigo trabajan igual aquí que en el País Vasco o Asturias. Son buenos profesionales. Y el tax lease es el mismo. ¿Por qué entonces hay trabajo en unos sitios y en otros no? Lo único que cambia es el gobierno y la banca.

-¿Cuánto tiempo lleva la plantilla con ERE?

-Cinco años. Pero en esos cinco años hicimos el 533, fuimos a Sevilla a por el ferri, hicimos la rampa de Bouzas y un bloque para Balearia. Al final, de media, fueron dos años de ERE.

-¿No hay motivos de crítica a la dirección del astillero?

-Sí que los hay. Se equivocaron en haber comprado otro astillero (Factorías Juliana). Eso nos complicó la vida. Pero lo que más en cara le echamos es que con la que está cayendo digan que todo va bien.

-¿Hay avances en el proyecto de ampliación de Rande?

-No. Desde hace cinco años tenemos muy claro que hasta que entre la chapa no hay nada, y la chapa no entró. Y la dirección nunca nos ha dicho que estaba hecho.

-¿Qué pasa con el ferri?

-La ilusión que tenemos es por el ferri. Sin el ferri no estaríamos vivos. El problema que tiene es que no es un barco nuevo y eso al final repercute en el precio. Los números no dan, hay que ajustarlos muchísimo. El barco sí genera interés porque hay armadores que vienen a visitarlo. Esperemos que se case pronto porque la novia la tenemos lista.

-¿Queda mucho de lo que ingresó el astillero por el 533?

-Nada. Es decir, si el caldero estaba lleno, ahora se le ve el culo.

-¿Debería la empresa tomar ejemplo del comité y renovarse?

-Creo que lo tiene claro. De dos directores que tenemos se fue el más joven y quedó el mayor. Pero al final tendrá que irse también. Imagino que lo que busca es dejar la empresa en condiciones, con trabajo. Incluso la propiedad tiene que renovarse, quieran o no. Vulcano tiene una ventaja enorme, y es que a peor no podemos ir.