El grupo francés de automoción PSA Peugeot Citröen anunció haber sido sometido ayer a un registro por parte de la Dirección General de Competencia, Consumo y Represión de Fraudes del Gobierno francés (DGCCRF), en el marco de las investigaciones abiertas sobre las emisiones de la industria automovilística.

La compañía subrayó "la conformidad de sus vehículos en materia de emisiones contaminantes en todos los países en los que opera", y destacó que confía en sus tecnologías y "colabora plenamente con las autoridades competentes". El grupo añadió que desde noviembre de 2015 ha apostado por la transparencia de cara a sus clientes "a través de la publicación de los resultados de consumo de uso real surgidos de un protocolo de prueba definitivo junto con las ONG Transport & Environment (T&E) y France Nature Environnement (FNE).

Los registros se realizaron en las instalaciones de Poissy, Vélizy y Sochaux, y los funcionarios se llevaron ordenadores y discos duros. Esta operación se suma a la emprendida hace más de dos meses en Renault porque la prueba de emisiones encargada por el Gobierno galo a todas las marcas tras el escándalo de Volkswagen mostró que algunos coches de la firma del rombo contaminan en condiciones de uso normales más de lo anunciado por los valores de homologación.