La gran trama de las sociedades 'offshore' salpica al que fue presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa. Según indica el diario El Confidencial, De Sousa tenía acciones en Sodesco, una sociedad 'offshore' radicada en las Islas Vírgenes que controlaba la mayor parte de su participación en la compañía gallega.

El diario digital relata que se reactivó la 'offshore' a través de Mossack Fonseca poco después de estallar el escándalo de la multinacional en el año 2013. Según relatan, al menos una de las 'offshore' se registró en las Islas Vírgenes en 1998, aunque el empresario la dejó morir ocho años después al no pagar la correspondiente cuota. Al estallar el escándalo de Pescanova, el despacho panameño pudo comprobar que el antiguo cliente aparecía, nuevamente, por medio de Alain B.Levy, tal y como resalta el digital.

Fue el 12 de agosto de 2013, en plena crisis de Pescanova, cuando Levy comenzó un intercambio de correos con Mossack Fonseca en el que solicitaba el certificado que indicara que el International Gestion Finance no tenía ningún activo desde 2004 y que sus únicos bienes habían sido 8.564 acciones de Sodesco, una de las sociedades a través de las cuales el expresidente controlaba el 15% de la compañía, aunque desde finales de 2012 el empresario se desprendió de títulos de la compañía. finales de 2012 el empresario se desprendió de títulos de la compañía.

Por tanto, al estallar Pescanova, Fernández de Sousa trató de ordenar su antigua 'offshore' y poner todo a su nombre con idea de exculpar al resto del consejo. Precisamente cuando el juez Pablo Ruz le pidió la fianza de 158,5 millones de euros, Fernándesz de Sousa declaró tener acciones en cuatro empresas inactivas, dos coches de segunda mano y poco más de 4.000 euros en una cuenta corriente del Banco Sabadell.