El centro tecnológico Aimen y el astillero vigués Francisco Cardama participan, junto a otras 15 entidades, en un proyecto europeo que tiene como objetivo mejorar en un 20% la productividad y competitividad de las pequeñas y medianas empresas del naval con la incorporación de medidas técnicas avanzadas adaptadas para que sean asumibles por su personal y su economía.

Según informó ayer el centro tecnológico Aimen, este proyecto, recogido bajo el nombre SmartYards y que cuenta con más de 3,7 millones de euros de presupuesto, está liderado por el Center of Maritime Technologies de Alemania, y en él participan tanto empresas como centros de investigación y universidades de España, Holanda, Bélgica, Alemania, Dinamarca, Rumanía, Reino Unido, Croacia y Suecia.

Su propósito es adaptar las innovaciones que emplean las grandes compañías para que puedan ser incorporadas en pequeñas y medianas empresas del sector naval, y así "reducir costes y plazos de entrega" y mejorar la productividad y eficiencia de sus procesos. Para ello, se han desarrollado seis prototipos que están siendo validados en astilleros.

El primer prototipo es un contenedor flotante utilizado como taller portátil y que permite trabajar a pie de barco (en la foto); mientras que otros dos son herramientas para el diseño de buques, una de ellas para calcular parámetros como el peso o el contenido de trabajo en las fases iniciales, y la otra para facilitar el intercambio de datos.