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El limitado futuro de Pescanova SA en Bolsa fuerza a grandes fondos a vender sus títulos

Los mayores inversores extranjeros ya tienen deuda que pueden canjear por acciones del nuevo holding -Creen que la pesquera podría valer 1.000 millones de euros en dos años

James Jasper Hill. // FdV

Pescanova SA fue durante un tiempo un trampolín a través del que acceder al accionariado del nuevo holding pesquero, Nueva Pescanova SL. Como sociedad anónima se podían adquirir títulos en un mercado regulado y a un céntimo, lo que permitía entrar en el capital de la -ahora- quinta mayor compañía seafood de Europa, con una facturación de 1.000 millones de euros y con constante generación de caja. Cuando asumió el 20% de la compañía -en un movimiento que la banca interpretó como una "traición"- el ánimo de los fondos internacionales creció y llovían ofertas por esas acciones que llevan congeladas en la Bolsa española desde el 12 de marzo de 2013. Pero el trampolín se rompió. "Seguramente volvamos a tener el 5% inicial. Desde luego no tenemos ninguna garantía de que no nos vayamos a diluir", admite el máximo responsable financiero del tercer fondo extranjero con más acciones de Pescanova SA. De ahí que firmas como Blackrock, Oppenheimer o fondos de The Bank of New York Mellon Corporation se hayan deshecho de entre el 2 y el 60% de sus títulos desde comienzo de año.

"Ahora son ventas pequeñas, y en nuestro caso seguiríamos interesados en comprar siempre y cuando tengamos la certeza de que Pescanova SA no se va a diluir completamente". Por parte del núcleo duro de la banca, el G7 (Sabadell, Popular, CaixaBank, Abanca, Bankia, BBVA y UBI), la intención es de ejecutar una ampliación de capital en Nueva Pescanova en otoño. Si la vieja matriz aporta su parte (si la ampliación es de 100 millones tendrían que aportar 20; si asciende a 500 millones, el desembolso sería de 100) podría retener su 20% en el holding. Pero solo Crisgadini (de Carolina Masaveu) e Iberfomento (de José Antonio Pérez-Nievas) tienen músculo financiero para asumir una operación de calado ya que Pescanova SA no ha querido hacer un aumento de capital al estar suspendida de cotización. "A estas alturas no importa demasiado si vuelve a cotizar porque habrá dilución, pero es una oportunidad seguir comprando acciones si hay descuento", explica otro gestor de fondos.

El motivo es obvio: tener aunque sea un 1% de una multinacional como Nueva Pescanova siempre es una oportunidad, pero son más las razones que desaniman a los inversores que las que espolean a la compra. En primer lugar, el holding es una sociedad limitada y no otorga derecho preferente de compra de acciones para cuando la banca decida salir del accionariado, así que ser socio actual de Pescanova SA no otorga ninguna prioridad frente a otros potenciales inversores. En segundo lugar, y más importante, aquellas firmas que apostaron por Pescanova durante el concurso no solo compraron acciones, sino también deuda, y algunas participaron también del crédito supersenior de 125 millones -con otros 300 de sobrecoste-.

Es el caso de Broadbill Partners, que tiene algo menos del 4% en la vieja Pescanova. Su representante, Kurt Lageschulte, explica desde Nueva York que sus aspiraciones en la pesquera pasan más por la "conversión de deuda junior en acciones" del holding que en la capitalización de Pescanova SA. Teniendo en cuenta que sí tienen pasivo y que aportaron en torno a medio millón de euros al supersenior, Broadbill podrá entrar sin problemas en el accionariado de Nueva Pescanova y ya se está beneficiando de un interés del 15% y, en caso de que la compañía utilizara todo el crédito supersenior, triplicaría su inversión.

"La empresa es muy barata", exponen fuentes del mercado, que la valoran entre 500 y 600 millones de euros. Si fructifica la gestión del consejero delegado, Ignacio González, y Nueva Pescanova "gana terreno en el exterior", los inversores aseguran que en dos años duplicará su valor porque la banca amortizará de forma anticipada el crédito. "Es muy caro y no lo necesita. Sin ese lastre llegará a los 1.000 millones". La incógnita es si la vieja matriz sigue activa o no para entonces.

James Hill, alto ejecutivo de Unilever, sigue como suplente

  • El Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme) publicó ayer los cambios societarios de Nueva Pescanova, activados tras la junta de accionistas del 25 de febrero. En esta publicación se ha desvelado que el notario Miguel Ruiz-Gallardón (familiar del exministro de Justicia) es el secretario del consejo de administración, donde todavía figura como suplente James Jasper Hill. Se trata de un fichaje para la reserva pero, como avanzó FARO, se incorporó al gigante Unilever en su filial Baking, Cooking and Spreads (BCS). En su perfil profesional de Linkedin este ejecutivo explica que su labor como máximo responsable de asesoría es "ayudar a la compañía a continuar creciendo". Entre las marcas de BCS se encuentra la popular margarina Flora.

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