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Una firma de Vigo rehabilita un pueblo en Perú a 3.200 metros de altura

Operarios gallegos de la constructora tuvieron que tomar infusiones de coca para acometer la reconstrucción del núcleo turístico en medio de Los Andes y sus accesos

El pueblo de San Pedro de Casta en los Andes. En el recuadro, el arreglo de uno de los viales. // FdV

Una constructora viguesa acaba de finalizar una obra en plena cordillera de Los Andes a su paso por Perú, país en el que la firma tiene una sucursal desde abril de 2013. En concreto, la empresa Civis Global se encargó de la rehabilitación del pueblo San Pedro de Casta y sus viales de acceso en un concurso convocado por el Ministerio de Turismo del país sudamericano por un importe de 10 millones de soles o, lo que es lo mismo, unos 3,5 millones de euros. En la obra, segunda más importante que realiza la firma en el país, participó un grupo de trabajadores de Vigo.

En concreto, la firma viguesa se encargó del saneamiento, pavimentado de la carretera de entrada al pueblo y también de las mejoras en las calles. Además de su importancia turística por la situación, en medio de Los Andes, este pueblo es el mas cercano a la meseta de Marcahuasi, ubicada al este de Lima y habitualmente visitada por campistas. Por este motivo, Civis Global se encargó también de mejorar las dos rutas de acceso que existen, de entre 4 y 5 kilómetros cada una, en las que se pavimentó el firme, se hicieron aceras, escaleras cuando fue necesario, áreas de descanso y hasta un centro de interpretación.

Los trabajos duraron un año y en ellos participaron más de 150 personas. Esta mano de obra pertenecía al propio pueblo, que iban rotando para hacer los trabajos, y a personal llegado desde Vigo. "En total eran unas 7 personas, principalmente ingenieros y encargados de obra. Para los habitantes de San Pedro de Casta la obra supuso unos ingresos extraordinarios en ese año de ejecución", explica Felipe Carrascosa, director de Civis Global Perú.

El responsable de la firma, que recuerda que ya han participado en 15 proyectos allí, concreta que se trató de una obra compleja por las "condiciones de trabajo", debido a la altitud en la que se encontraban. A modo anecdótico, los trabajadores tuvieron que tomar infusiones de coca (consumidas habitualmente en la zona) para poder resistir mejor. Además, Carrascosa recuerda también que se vieron en la obligación de contratar a un arqueólogo debido a la riqueza de la zona. "En una ocasión movimos un talud cuando hacíamos la carretera y nos encontramos una tumba con una momia. Tuvimos que llamar a un chamán para hacer una ceremonia de ofrendas a la tierra y apaciguar a los espíritus, porque los trabajadores estaban reticentes a continuar y había que calmarlos", resalta.

La empresa se encuentra en estos momentos realizando otra obra al norte del país, en el puerto de San José, valorada en 10 millones de euros. "La hacemos con una firma peruana y llevamos el 60%", indica Carrascosa. Igualmente, Civis Global está estudiando otras ofertas por las que pujar que van desde carreteras a puentes.

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