"Si nos pasamos tanto tiempo preparando juntos un plan de negocio y buscando cómo mejorar las posibilidades de negocio como quejándonos del pasado, no tengo dudas de que volveremos a cotizar. Pero parecemos un novio con el corazón roto". Habla el responsable para Pescanova SA de uno de los principales fondos internacionales que redobló su apuesta por la antigua matriz cuando estaba en concurso y aspiraba después a volver a Bolsa para rentabilizar el 20% que tiene en el holding Nueva Pescanova. Esa aventura se enfría ahora a cada paso y los grandes inversores dudan que sea "un atractivo" si consigue volver al mercado bursátil. "¿Cuál es el aliciente si la banca va a hacer una ampliación de capital y nosotros no hemos hecho nada?", se quejan también desde la city londinense.

Para que los más de 9.000 minoritarios puedan recuperar algo de su dinero la compañía debe volver al mercado continuo, y sobre todo debe haber inversores que quieran comprar sus participaciones. Pero no es lo mismo tener el 20% de Nueva Pescanova, una multinacional con expectativas de alcanzar de nuevo ingresos de 1.500 millones de euros, que quedarse en el 5% o no tener nada, que es el escenario que se acerca si los nuevos dueños de la pesquera amplían capital por un montante que la vieja Pescanova no pueda asumir.

Se dan dos circunstancias que causan esta pérdida de apetito por Pescanova SA, y que se refleja en la ausencia total de movimientos en el mercado alternativo de compra de títulos. La primera, que grandes fondos que aspiraban a poner dinero en una ampliación de la antigua matriz han comprado deuda o han entrado en el crédito supersenior, con lo que van a recuperar dinero con los planes de la banca. La segunda, que accionistas de referencia como Luxempart, Damm, Iberfomento o Cartesian han reclamado por sus pérdidas en la Audiencia Nacional o las ha provisionado. Y, como zanjó la auditora hace escasos días, las opciones de Pescanova SA de sobrevivir si pierde cuota de participación en el holding peligran.