Los megatrucks, camiones de hasta 25,25 metros de longitud (capaces de realizar entregas de hasta 60 toneladas) concebidos para reducir los costes logísticos, ya pueden circular por las carreteras españolas. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha culminado el reglamento con las condiciones y protocolos necesarios para que estos gigantes del asfalto, habituales en otros estados europeos (Países Bajos, Suecia, Finlandia), presten sus servicios a las empresas españolas, sobre todo a la industria y la gran distribución. Su irrupción en el mapa de carreteras, sin embargo no es bienvenida por todos. En Galicia, las dos federaciones de transportistas mayoritarias, Fetram y Fegatrans, alertaron ayer de la destrucción de empleo que se avecina con los megacamiones y acusaron a las distribuidoras de forzar una reconversión del sector "a coste cero".

El pasado 23 de diciembre, el Ministerio de Fomento aprobó el desembarco de estos transportes en España, dando respuesta a una reclamación histórica de la industria y la gran distribución, pero faltaba una instrucción por parte de la DGT con las condiciones y limitaciones de la circulación de los megatrucks, que se publicó ayer. En Galicia, uno de los sectores que más esperaba la llegada de los megacamiones es la automoción. De hecho, la factoría de PSA, en colaboración con Gefco y el Grupo Sesé, ya probaron a mediados de marzo uno de estos convoyes en las instalaciones de Balaídos. El centro recepciona a diario una media de 5,6 millones de piezas de vehículos, lo que supone la entrada y salida de aproximadamente 700 camiones, por lo que el uso de estos megatrucks, que cargan un 60% más de mercancías, contribuirá al ahorro de costes y a la mejora de competitividad. "Nuestro proyecto de transformación de la planta contempla la utilización de estos camiones", reconocen fuentes de la factoría.

Para los transportistas, en cambio, los beneficios de los megacamiones suponen una amenaza para el futuro del sector. "Me parece una falta de respeto a la sociedad que un gobierno en funciones actúa de manera tan mezquina", criticó ayer el presidente de Fetram, Fernando Tejeiro, tras conocer la entrada en vigor del reglamento de la DGT. "Esta medida es desafortunada y contraria al interés del sector; nos están planteando una reconversión industrial a coste cero", denunció. Tanto el responsable de Fetram como el de Fegatrans -que mantuvieron un encuentro con la diputada de En Marea Ángela Rodríguez sobre la situación del sector- advirtieron sobre el efecto que estos megacamiones tendrán sobre el empleo. Para ambas federaciones, esta medida responde a "intereses de las grandes distribuidoras de mercancías", que tienen una actitud "dominante en el sector".

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Según la DGT, los megatrucks deberán disponer de espejos o detectores de ángulo muerto; sistema de advertencia de abandono de carril o asistencia de mantenimiento en el mismo; sistema electrónico de control de estabilidad y sistema automático de frenado de emergencia, entre otros. Para poder circular tendrán que contar con un informe favorable de los titulares de las vías en el que se establezca la capacidad física de la misma para soportar el paso de estos vehículos. Las vías permitidas serán autopistas, autovías o carreteras convencionales con calzadas separadas para cada sentido. Solo se podrán incluir vías convencionales de una sola calzada para ambos sentidos de la circulación cuando sea la única carretera posible para llegar hasta el lugar donde se realizarán las operaciones de carga o descarga. La velocidad a la que podrán circular es la establecida por el Reglamento de Circulación para los vehículos articulados en función del tipo de vía: 90 km/h en autovías y autopistas; 80 km/h en vías convencionales que dispongan de arcén de 1,50 metros o más, y 70 km/h en el resto de vías fuera de poblado.