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PSA exige a sus plantas elevar un 20% la productividad para recibir nuevos coches

El grupo condiciona los lanzamientos a alcanzar esta mejora en 2018 - Balaídos traslada que sus deberes están hechos y espera la adjudicación inminente de un segundo proyecto

Las plantas del grupo PSA (antes PSA Peugeot Citroën) tendrán que mejorar un 20% sus ratios de productividad hasta 2018 para recibir alguno de los 34 modelos que la multinacional francesa lanzará al mercado hasta 2021, según confirmó su presidente, Carlos Tavares. "Cada factoría tiene clara su hoja de ruta y los deberes que tiene que hacer; todas las fábricas de cualquier región tienen que llegar a máximos de eficiencia", aseveró el ejecutivo luso esta semana tras la presentación del nuevo plan estratégico de la firma (Push to Pass). Ante el despliegue de esta nueva hoja de ruta de PSA y sus posibles consecuencias en Vigo, la dirección de Balaídos reconoció ante el comité de empresa que la factoría tiene los deberes hechos "hasta finales de 2019" y que espera la adjudicación inminente del nuevo lanzamiento de escala mundial por el que pelea, y que se sumaría al proyecto K9 (la próxima generación de furgonetas de Peugeot, Citroën y Opel).

Preguntado el propio Tavares sobre este nuevo vehículo al que aspira Balaídos, el patrón de PSA aseguró que "aún es pronto para determinar los modelos que irán a cada fábrica del grupo". Aunque fuentes del sector consultadas por este periódico matizan que los detalles del lanzamiento están bastante avanzados y que su asignación podría producirse a lo largo de este mes o el siguiente, como avanzó FARO. PSA-Vigo ya habría entregado su propuesta de industrialización a la dirección del grupo en París y los principales fabricantes de componentes están en plena fase de presentación de ofertas. De hecho, esta semana acudieron a Galicia el vicepresidente internacional de Compras de PSA y el máximo responsable de Riesgo Proveedor para evaluar a algunas empresas como Faurecia Asientos de Galicia.

Sobre ese esfuerzo que se exigirá a las plantas de PSA para recibir nuevos modelos (elevar un 20% su productividad y reducir en 700 euros de media el coste de producción de un coche), la dirección de Balaídos tranquilizó el pasado martes al comité de empresa al dejar claro que PSA-Vigo ya hizo sus deberes hasta finales de 2019, primero con el plan de competitividad firmado a finales de 2014 para la adjudicación del proyecto K9, después con los acuerdos económicos adoptados en el actual convenio colectivo y finalmente con el nuevo plan de medidas de flexibilidad laboral aprobado este año. De hecho, está previsto que el grupo comunique antes del verano cuál de sus plantas se adjudicará ese nuevo lanzamiento de escala mundial y alto volumen de producción, en cuya puja PSA-Vigo es la clara favorita.

Este proyecto se enmarca en un programa de producción "mundial", en el que Vigo se posiciona como planta "de referencia para Europa", aunque este modelo o modelos se fabricarán también en China y probablemente, en Brasil. Además, formaría parte de un paquete de varios lanzamientos en los que también están implicadas plantas en Francia, Europa del Este o Marruecos, y que incluirían al menos las siluetas de un utilitario urbano, un todocamino o SUV y sedanes, pero cuyo reparto por centro todavía no está del todo decidido. Balaídos, como ya avanzó este periódico, estaría posicionada para el SUV, aunque no hay una confirmación oficial al respecto.

Por otra parte, Tavares señaló ayer que ahora que el grupo ha restablecido su situación financiera, el objetivo es "liberar todo el potencial" y superar a algunos competidores, sin descartar negociar con alguno de ellos para formar una alianza. En una entrevista publicada por Le Figaro, subrayó que su empresa "sabe adónde va" y en ese camino, "si se presentan oportunidades, PSA podrá aprovecharlas".

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