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FARO entrevista al presidente de Aclunaga

Marcos Freire: "El tipo de armador y de barco que se hace en Galicia frustran muchas veces usar el nuevo tax lease"

"Las posibilidades de éxito del recurso de Bruselas a la sentencia de diciembre son mínimas"

Marcos Freire, en la factoría de Bouzas, frente al casco del buque escuela para Indonesia. // Ricardo Grobas

La industria naval gallega pelea por recuperar el esplendor perdido con la crisis. Tras un 2015 positivo, que se cerró con 18 barcos en cartera y una facturación asociada de 918 millones de euros, el sector confía en repetir e incluso mejorar este éxito en 2016. Marcos Freire (Vigo, 41 años), presidente del clúster naval gallego (Aclunaga) y director general de Construcciones Navales Paulino Freire, analiza para FARO los últimos episodios que afectan al naval, como la apelación de la Comisión Europea a la sentencia del Tribunal de la Unión Europea que dio la razón a los astilleros españoles en su defensa del antiguo tax lease (en anterior régimen de bonificaciones fiscales usado para contratar).

-¿Cree que el recurso puede prosperar?

-Por lo que nos cuentan los abogados que se ocupan de este asunto en Madrid y en Bruselas, el recurso era esperable. Pero sus posibilidades de éxito, con todo lo contundente que es la sentencia del pasado 17 de diciembre, son mínimas. Lo que nos transmiten los asesores es tranquilidad y confianza.

-¿Afecta a la confianza de los inversores?

-Alguna inquietud siempre genera. En el sector financiero e inversor cualquier incertidumbre genera un grado de inquietud y puede haber inversores que ante este recurso, aunque hayan sido asesorados y sepan que la seguridad jurídica es máxima, se hayan echado atrás. Pero bueno, desde diciembre se han puesto en marcha operaciones con el nuevo tax lease, incluso en astilleros públicos, y esto aporta confianza.

-¿Hay alguna novedad sobre la denuncia que Aclunaga y el Foro Marítimo Vasco presentaron contra el sistema de ayudas de Holanda? Han pasado ya más de tres años.

-Las últimas noticias que nos llegan es que Bruselas no encuentra la base que nosotros hemos aportado y el sustento como para iniciar un procedimiento.

-La Comisión había solicitado más información.

-Sí, se hizo un envío con documentación adicional, con algunos matices con respecto a las bonificaciones fiscales y al sistema tributario que aplican en Holanda, pero no acaba de prosperar. Me preocupa este retraso, porque la seguridad jurídica debe imperar en todas las direcciones. Existen distorsiones documentadas en estos astilleros holandeses, que claramente se están aprovechando del mercado.

-La crisis del "tax lease", ¿se ha utilizado en algunos casos para ocultar una mala gestión empresarial?

-Los astilleros que estaban atravesando dificultades severas ya se conocían. No creo que ningún empresario ni ningún astillero se haya escudado en el tax lease, ni mucho menos.

-Con respecto al nuevo "tax lease", ¿cómo explica que haya astilleros que sí sean capaces de contratar con este sistema y otros que no?

-En Galicia, por la tipología de buques que construimos, a muchos ya no se les puede aplicar el nuevo programa. Y a algunos armadores, tampoco. La marina de guerra de un país no se va a meter en un sistema de financiación estructurada como el nuevo tax lease. Y a esto se suma la parálisis de la industria offshore, por la caída del precio del crudo. ¿Por qué astilleros vascos y asturianos están utilizando el tax lease y nosotros no? Pues por eso; en Galicia la tipología de buque, de armador y ahora el desplome del petróleo han frustrado su uso. En el País Vasco y Asturias cuando arrancó el nuevo sistema había operaciones que ya traían causa, muy maduradas, solo a la espera de que se pusiese en marcha la herramienta? Pero también esos astilleros han contratado barcos sin nuevo tax lease.

-El segmento "offshore" está paralizado, pero hay otros como los buques de pasaje (ferris, cruceros, etc.) en los que se ha reactivado la demanda. ¿Por qué tampoco se contratan en Galicia?

-Es cierto, hemos notado que ese segmento de mercado se ha vuelto a activar, y desde luego todas las redes de brokers e intermediarios comerciales están haciendo muchos contactos, algunos muy avanzados con astilleros privados? Estos barcos también son susceptibles de utilizar el tax lease. Algunos armadores se resisten, porque el nuevo tax lease exige un mayor compromiso. Pero son operaciones muy grandes, con unos niveles exigentes de financiación, lo que supone un inconveniente. Hay una parte muy significativa del precio del barco que se cobra al final. Por eso se necesita una banca fuerte, saneada y especializada en el sector marítimo.

-Hace unos años se lanzó un proyecto para renovación de la flota pesquera viguesa en países mixtos que no cuajó, ¿cree que es el momento de recuperarlo?

-Había muchas expectativas puestas en ese convenio entre Acemix (Asociación de Empresas Comunitarias y Sociedades Mixtas de Pesca) y Aclunaga. Hubiese sido un hito muy significativo para la historia de la construcción naval y de los armadores en Vigo. Pero lo cierto es que el tiempo pone a todos en su sitio y parece ser que ese proyecto no ha tenido cabida. Teóricamente podría volver a reactivarse.

-¿Le preocupa la entrada de capital extranjero en los astilleros gallegos?

-No, todo lo contrario. En el caso de Barreras ha traído carga de trabajo, y el control y la gestión siguen estando aquí en Vigo. En un mercado globalizado tenemos que estar preparados para estas cosas, porque la propiedad de las empresas va cambiando de manos.

-¿Cree que se han generado demasiadas expectativas alrededor de Pemex?

-Pemex había concebido un programa de relanzamiento del sector naval en México, que incluía la renovación de toda la flota menor, muy ambicioso. Y lo habían anunciado con base, no producto de la fantasía. En ese momento se despertaron lógicamente muchas expectativas y esperanzas y con el paso del tiempo hemos visto el efecto y la realidad. Tenemos el ejemplo de Barreras, con la construcción del flotel y la entrada en su capital, todo un hito; luego otros astilleros como Freire y Armón han sabido buscar la oportunidad y tener la habilidad de acomodarse a las necesidades de Pemex, con un modelo de transferencia de tecnología que está funcionando muy bien.

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