En el año 2000 la industria gallega de automoción tenía 119 compañías que enviaban sus productos al extranjero, con la factoría viguesa de PSA Peugeot Citroën como locomotora de un sector que lograba facturar fuera más de 3.343 millones de euros. Las fluctuaciones de producción de Balaídos, sumada a la internacionalización de la industria de componentes y a la necesidad de diversificar mercado, han llevado a las empresas a una carrera exterior que alcanzó en 2015 su récord histórico. Sin contar con la planta de PSA, el año pasado 391 compañías enviaron componentes a segundos países, un 9,5% más que en el ejercicio anterior, un 51% más que en 2010 y un 104,7% por encima de las cifras de hace una década. Existe un rango de entre 80 y 100 firmas que son exportadoras regulares -tienen presencia externa durante al menos cuatro años consecutivos-, pero el pasado ejercicio emergieron otras 212 que habían interrumpido su facturación en el extranjero o nunca habían dado el salto fuera de España.
Solo en componentes -partes y accesorios de vehículos, como consta en los registros de Aduanas y la Agencia Tributaria- la industria gallega ingresó 634,6 millones de euros en el exterior. Contando con el pulmón del sector, PSA Vigo, la facturación sobrepasó los 4.500 millones de euros. Esta industria no registraba estos números desde 2011, tal y como constatan los datos facilitados por el Instituto de Comercio Exterior (Icex). Existe una relación casi constante entre los ajustes de producción de Balaídos y el número de empresas auxiliares que exportan. En 2009, cuando la factoría de PSA alcanzó un volumen de producción de 379.000 vehículos las firmas de componentes con presencia exterior alcanzaron las 235, casi las mismas (230) que en 2006, cuando el centro de Balaídos había ensamblado 455.430 unidades. En 2011 y 2012 la producción cayó a los 355.500 y 297.300 vehículos, respectivamente, y fue entonces cuando las auxiliares exportadoras alcanzaron la cifra inédita de 300.
Por esta razón las firmas que se consideran asentadas en el exterior -o exportadoras habituales, para la jerga del Icex- también ha ido creciendo de forma paulatina (se han sumado un 31% más en los últimos diez años), aunque el verdadero salto es el de aquellas que se estrenan en el mercado externo. Son un 200% más en la última década, lo que refuerza a este sector como una industria competitiva y adaptada no solo a las necesidades de un proveedor de máximo nivel como PSA, sino a todas las marcas y mercados del mundo y a pesar de haberse instalado en países como Portugal o México (continúan aflorando empresas capaces de trabajar para otros países en un entorno de máxima competitividad).
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Aduanas y la Agencia Tributaria computan como componentes de automoción las colecciones que elabora la factoría de Balaídos -los CKD (Completly Knocked Down, listos para ser ensamblados en el centro de destino) y PaP (lotes de piezas sueltas)-, Argentina figura como principal mercado de destino por volumen de facturación. En 2015 los ingresos en este país superaron los 178,7 millones, por encima de los 103 de Francia. No obstante Portugal es el principal destinatario de componentes teniendo en cuenta el número de operaciones y empresas vinculadas (85). Son las firmas instaladas en Galicia que sirven mercancía de todo tipo (Tier 1, Tier 2 o Tier 3) y que encadena dos años con un nivel de facturación similar de algo más de 100 millones de euros.
