Los inmuebles dedicados a uso industrial aumentaron en Galicia el año pasado tras diez años de caídas consecutivas, según los datos ofrecidos por el Catastro. Se trata de un ligero repunte, de apenas el 0,17%, con lo que no refleja todavía un cambio de tendencia. Máxime si, como publicó FARO, el peso de la industria en el Producto Interior Bruto (PIB) gallego está en el 17%, muy por debajo del 19,4% marcado hace quince años. Esta pequeña subida se complementa con el ligero avance de la industria en la generación de riqueza en la comunidad que, aún sin paliar las constantes caídas de los últimos años, se anotó un +0,4% en 2015. A cierre del pasado año había 91.064 locales dedicados a esta actividad, que se caracteriza por ser multiplicadora de actividad y cuna de innovación y emprendimiento.

En 2014 este tipo de inmuebles cayó a su nivel más bajo desde que existen registros disponibles (90.907). Hay datos que evidencian cierta revalorización de la actividad como el valor catastral total de las naves o locales industriales, que pasan de los 5.137 a 5.387 millones de euros. El valor medio sigue siendo bajo, de algo más de 59.000 euros, ya que más del 90% de las compañías en Galicia son pymes. A modo de ejemplo, el valor medio catastral de un local comercial en la comunidad está por encima de los 70.700 euros, por los casi 300.000 de los dedicados a actividades de ocio u hostelería.

Pero son muchos los indicadores que no invitan a la autocomplacencia. La media de ocupados en la industria en Galicia el año pasado era de 159.500 personas, por encima de los valores de 2014 y 2013 pero todavía muy por debajo de los niveles precrisis. La economía debería generar 16.900 puestos de trabajo en este sector solo para retomar los números de 2011, los más benévolos del último lustro. En ese momento Galicia tenía 94.828 inmuebles considerados de uso industrial para el Catastro, organismo dependiente del Ministerio de Hacienda. La inflación y la modernización de infraestructuras ha hecho que, aunque haya menos locales dedicados al sector industrial, ahora valgan más que entonces (4.668 millones en su conjunto).

Ahora bien, en 2006 -último ejercicio del que existen registros desglosados por autonomías- eran 104.911 los inmuebles industriales en Galicia, un 13% más que en la actualidad. Ni por el valor catastral ni por las cifras se puede concluir que la comunidad haya paliado la destrucción de empresas durante la doble recesión o la fuga de capital humano a otros sectores como el de la construcción o el de los servicios. El precio de tasación de los inmuebles es más elevado como consecuencia de la subida de precios, máxime en una comunidad con déficit de suelo para esta actividad -en las zonas más demandadas, como el área de Vigo- y a precios mucho más elevados.

Frente a esta subida hay otra actividad que sufrió un retroceso de locales de ocio u hostelería, que pasaron de los 5.494 a 5.300 en un año. Lo que sí aumentó fue el número de establecimientos de uso comercial, que pasaron de los 85.329 de 2014 a los 85.646 de 2015.