La suspensión por parte del Tribunal Supremo del PXOM de Vigo, junto con la necesidad de adaptar Balaídos al proyecto K9, ha empujado a Zona Franca a reorientar su estrategia y a acondicionar la zona con los edificios ya construidos o iniciados. Sin posibilidad de ampliar el polígono por ahora, la institución ha limitado a 50 millones de euros la inversión para "consolidar" las infraestructuras disponibles para que PSA Peugeot Citroën comience a ensamblar la nueva línea de vehículos comerciales a finales de 2017. Se trata de un proyecto de reordenación del polígono que se va a desarrollar al abrigo de la ley express que deberá aprobar el Consello de la Xunta (previsiblemente en junio) y con el que se sorteará el revés judicial al PXOM vigués.

La inversión inicial prevista era de 75 millones de euros, pero han quedado en suspenso tanto el nuevo circuito de pruebas para las coches del centro como la Nave Z, para usos logísticos y presupuestada en 4,5 millones de euros.Zona Franca había calculado en unos 20 millones la dotación para expropiar los terrenos de uso industrial para ponerlos a disposición de la factoría y esta infraestructura logística. La idea del centro era de acercar sus proveedores dentro de los 50.000 metros cuadrados que ganaría el polígono con la ampliación. Estos planes tendrán que esperar y, de momento, PSA deberá pugnar por más modelos con mejoras sobre las instalaciones ya disponibles y "reorganizadas".

La transformación de PSA-Vigo arrancó ya en 2014 con la construcción de nuevas naves y cambios en varias existentes para optimizar la factoría. Se amplió la nave S (mecánicas) y se levantaron las naves MHF (para el almacenamiento de elementos que no son piezas de automóvil) y G (zona de recepción y clasificación de mercancías y preparación de la distribución de piezas al borde de línea). Y en la actualidad se está trabajando en la nave H (de 12.000 metros cuadrados) en el antiguo parking de trabajadores, que incluirá 1.200 plazas de aparcamiento y zona para almacenamiento y distribución de piezas de automóviles. Esta última infraestructura tiene un presupuesto de algo más de 19 millones de euros y las obras arrancaron en agosto durante el parón estival de la producción en la fábrica viguesa.

La delegada de Zona Franca en Vigo, Teresa Pedrosa, firmó ayer el proyecto con el conselleiro de Economía, Francisco Conde, quien aseguró que sin este plan no se podría comenzar con la producción de las nuevas furgonetas, cuyo lanzamiento se producirá en 2018. A partir de ahí PSA aspira a superar la barrera de 500.000 vehículos anuales con un nuevo modelo y el mantenimiento de sus dos líneas de producción (el sistema biflujo), como avanzó el patrón de la factoría, Yann Martin.

El conselleiro destacó ayer que este desarrollo urbanístico amparado con la ley express de artículo único -que permite iniciativas consideradas estratégicas y de interés general- permitirá concretar inversiones de unos 2.000 millones de euros de la industria auxiliar de componentes. Pedrosa y Conde valoraron el trabajo la colaboración institucional de ambas administraciones.