Galicia se encuentra en un posición desfavorable con respecto al norte de Portugal en lo que respecta a productividad basada en costes laborales. De hecho, fabricar el mismo producto al otro lado de la raia es entre un 10% y un 23% más barato que en Galicia dependiendo de la intensidad de la mano de obra, un factor que según el nuevo plan estratégico del sector de la automoción de Galicia (P3CA-2025) presentado el pasado miércoles, condiciona las nuevas inversiones, al igual que el precio del suelo: en Portugal, el coste medio de una parcela para uso industrial ronda los 30-40 euros el metro cuadrado, frente a los 150 euros/m2 de Galicia. Ante este diferencial, la apuesta por la innovación es clave para competir, pero no siempre es suficiente para decantar la balanza del lado gallego.
Un ejemplo es lo que ha ocurrido con el último lanzamiento adjudicado a la planta viguesa de PSA Peugeot Citroën, el proyecto K9 (la próxima generación de furgonetas de PSA y Opel), que ha llevado a fabricantes de componentes como Snop, Benteler y Autoneum, entre otros, a reforzar su capacidad industrial instalada en Galicia (con nuevas inversiones y ampliación de instalaciones), pero que no ha logrado que nuevos proveedores se instalen en la comunidad, aunque sí en el norte de Portugal. Casos como los de la compañía francesa Eurocast, que acaba de invertir 23,4 millones de euros en el municipio luso de Arcos de Valdevez para una nueva planta que suministrará directamente a PSA en Vigo y Mangualde, o el grupo alemán Eberspächer, que se instalará cerca de la frontera para fabricar los sistemas de escape del K9, demuestran que los costes son determinantes en las nuevas implantaciones.
El tercer plan estratégico del sector de automoción de Galicia aborda directamente esta cuestión. "La decisión de inversión en Galicia o en el Norte de Portugal puede representar una diferencia de TCPV (Total Cost Present Value) de entre un 10% y un 23% entre ambas regiones según la intensidad de la mano de obra (20% ó 40% del total de los costes de producción) a favor del Norte de Portugal", recoge la parte del documento correspondiente a las "personas". El plan de la Fundación Clúster de Empresas de Automoción de Galicia (Ceaga) también alude al desequilibrio que existe en el precio del terreno: "El coste del suelo industrial en Portugal (30-40 euros/m2) es mucho más bajo que en Galicia (150 euros/m2)".
Esta situación complica que se llegue a cerrar la cadena de valor completa del sector. Según el documento de Ceaga, Galicia cuenta con una buena presencia de empresas Tier1 y Tier2, sobre todo de elementos de carrocería y equipamiento externo e interno del vehículo, aunque existen "huecos" entre los que destacan la falta de proveedores de componentes electrónicos y mecatrónica (los sistemas de iluminación de las futuras furgonetas de PSA también se fabricarán en Portugal, para lo que la empresa austriaca Aspöck duplicará su planta de Oliveira de Azeméis, como adelantó FARO). "También existen huecos en el nivel Tier 3: piezas de caucho, fundición de aluminio (a lo que se dedicará el nuevo centro de Eurocast), mecanizadores en serie, etc.", apunta el plan.
