La fase de instrucción del caso Pescanova, que investiga las causas del colapso de la multinacional y que se instruye en el Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, está prácticamente cerrado. Al juez José de la Mata le queda un "fleco" para fijar una fecha de apertura de juicio oral: la declaración del exconsejero Robert Albert Williams. El empresario sudafricano está imputado por un presunto delito de falseamiento de información económica-financiera, falseamiento de cuentas anuales, estafa y un delito continuado de falsedad en documento mercantil. Pero en verano de 2013 marchó a su país de origen -que no tiene convenio de extradición con España- y no ha vuelto. El magistrado ha enviado varias comisiones rogatorias a Sudáfrica, sin ningún éxito hasta el momento.

"Es lo que ha retrasado todo el proceso, todo lo demás está cerrado", sostienen fuentes jurídicas. En diciembre de 2013, cuando el expresidente Manuel Fernández de Sousa ya había abandonado la compañía, el juez Pablo Ruz (instructor entonces del proceso) creó una pieza separada para poder interrogarlo. El 17 de octubre de ese año Robert Williams tenía que haber acudido a la Audiencia Nacional para declarar como imputado -el mismo día en que compareció el exconsejero Alfonso Paz-Andrade-, pero no se presentó. FARO se puso en contacto con el empresario, que declinó hacer declaraciones sobre su situación.

De acuerdo a las mismas fuentes Williams ha aducido motivos de salud para rendir cuentas a la justicia española, algo que ya incomodó al Ministerio Fiscal porque había reclamado que se le remitiese una "presentación sucesiva de las preguntas". Para los fiscales "ningún precepto reconoce el derecho del imputado a conocer anticipadamente el contenido de las preguntas que le vayan a formular las acusaciones". El exconsejero ni siquiera acudió a la que sería su última junta como miembro de la cúpula de la multinacional, en septiembre de 2013. "No piensa volver, ya lo dijo", declararon entonces personas de su entorno a este periódico.

El testimonio de Robert Albert Williams es importante para el juez y el Ministerio Público porque presidía el comité de auditoría de Pescanova, del que se presupone que recibía toda la información del análisis externo de las cuentas, entonces responsabilidad de BDO. Consejero desde 1993 en calidad de independiente, Williams fue fiel a Fernández de Sousa hasta el último momento y lo apoyó cuando el consejo estaba partido en dos, con el bando liderado por Damm y Luxempart pedían la cabeza del empresario vigués.

Al igual que a Fernández de Sousa, Paz-Andrade, Fernando Fernández de Sousa, Antonio Táboas, Joaquín Viña y Alfredo López -todos están ya fuera de la compañía-, a Robert Williams la Audiencia Nacional le obligó a responder por una fianza civil solidaria de 158,5 millones de euros. No aportó ninguna cantidad ni una relación de su patrimonio sujeto a embargo, como sí hicieron sus colegas.