Tras haber decepcionado a los mercados en diciembre, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, cumplió esta vez al aprobar unos estímulos monetarios agresivos que han logrado animar a los inversores y que ayudarán a la economía real. Pero estas medidas pueden crear también burbujas en algunos activos y retrasar las reformas. Por ello ahora les toca actuar a otros: a los gobiernos.Draghi dijo el jueves que, en estos momentos, la zona del euro crece por los impulsos monetarios pero que va a ser necesario una política presupuestaria expansiva. Pero nunca llueve a gusto de todos y la decisión no gustó en Alemania. Los alemanes tienen ahorrados dos billones de euros en depósitos a plazo fijo.