Los problemas económicos por los que atraviesa la Asociación Provincial de Empresarios de la Construcción (APEC), que germinaron a raíz de la crisis del ladrillo, no han terminado. La patronal, integrada en la Confederación de Empresarios de Pontevedra, ha lanzado una propuesta a sus socios para sortear la falta de liquidez y poder hacer frente al pago de la hipoteca que solicitaron para adquirir un inmueble en la Calle Real de Vigo, su sede actual. "Es un edificio espectacular pero no pueden costeárselo, el coste de mantenerlo es muy elevado", indican fuentes empresariales a preguntas de FARO.

"Ante las dificultades financieras que nuestra asociación atraviesa durante los últimos años, nuestra junta directiva ha acordado plantear a los asociados una propuesta de colaboración voluntaria", reza la comunicación enviada desde la gerencia a los socios. La iniciativa consiste en un "préstamo mancomunado" y "garantizado por una hipoteca sobre los tres inmuebles que integran la sede", continúa la comunicación. El préstamo devengaría un interés anual del 2% con dos años de carencia. La APEC se trasladó a las instalaciones de la Calle Real en el año 2010 tras haber adquirido el inmueble al Consorcio do Casco Vello. Según fuentes próximas a la asociación, las dificultades económicas se agravaron "hace tres o cuatro años".

Otro modelo

En la notificación la APEC incide en que es "plenamente consciente de que existen empresas integradas en la asociación" que también atraviesan por "momentos de dificultad". Por este motivo la junta directiva trasladará la propuesta "personalmente" a sus asociados esta idea, sujeta a la "voluntariedad y disponibilidad" de cada uno de ellos. Tal y como constatan empresarios del sector, a la patronal sectorial de Pontevedra "le cogió la inversión en el peor momento, cuando saltó todo por los aires y muchos tuvieron que cerrar". En la sede de la APEC -antes estaba en la calle Policarpo Sanz- cuelga un cartel de "Se Vende" desde "hace varios meses". Para otros empresarios la situación de este colectivo pone de manifiesto la "crisis de modelo" de las confederaciones y patronales, que ya no cuentan con los ingresos de los cursos de formación y sobreviven con un sistema de cuotas que se vino abajo cuando muchas sociedades desaparecieron o se vieron incapaces de afrontarlas.