El próximo 12 de mayo si antes no media un acuerdo los representantes legales de BBVA y de uno de sus exempleados se enfrentarán en el juzgado de Primera Instancia número 12 de A Coruña en la vista previa a un previsible juicio por una demanda en protección del honor y la propia imagen que la titular del juzgado admitió a trámite el pasado 12 de enero. El exempleado del banco que promueve el pleito le reclama una indemnización por daños y perjuicios de nada más y nada menos que 140 millones de euros por el uso "falsario e indiscriminado" de su firma digital en certificaciones de deudas para procesos monitorios durante los dos años siguientes a su prejubilación.

La entidad que preside Francisco González reconoció el error en un acto de conciliación previo a un proceso penal que ya enfrentó a las dos partes y que fue sobreseído. El banco alega ahora en su contestación a la demanda que el error fue subsanado, que la reclamación por vía civil está caducada y considera "temeraria" la cantidad requerida por unos daños y perjuicios que no están acreditados, pero la juez desoyó su petición de desestimar la demanda y continúa con el procedimiento.