El exvicepresidente del Gobierno y expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, se enfrenta a la imputación de otro delito, adicional a los que ya pesan sobre él en las cinco causas abiertas por los tribunales en su contra. El juez Antonio Serrano-Arnal ha ampliado su investigación sobre el ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) y le ha imputado el delito de administración desleal, en el marco de la causa en la que se investigan irregularidades en su patrimonio.

Según se desprende de un auto de la Audiencia Provincial de Madrid hecho público ayer, el magistrado agrega este delito, según Europa Press, a los otros tres por los que ya investigaba a Rato (fraude fiscal, blanqueo de capitales y corrupción entre particulares) en la nueva pieza secreta en el marco de la cual le citó a declarar el día 19.

En esta parte del procedimiento, Serrano-Arnal investiga nuevas presuntas comisiones ilegales recibidas por Rato, entre ellas del banco de inversiones privadas Lazard. El expresidente de Bankia reconoció ante el juez en octubre, haber recibido de Lazard, donde trabajó antes de su nombramiento como presidente de Caja Madrid, un "crédito puente" de 2 millones de dólares que devolvió cuando vencieron unas obligaciones sobre acciones incluidas en su contrato.

Negó haber favorecido la concesión de contratos de Bankia a Lazard y precisó que el banco de inversiones era asesor de Caja Madrid antes de que él fuera presidente. Tras la llegada de Rato a las presidencias de Caja Madrid y de Bankia, Lazard participó como asesor en la fusión de las siete cajas de ahorros que dieron lugar al nacimiento de Bankia y en la salida a Bolsa de esta entidad bancaria. "Para ser asesor en la fusión no hubo concurso", precisó Rato, quien admitió que decidió designar para esta función a su anterior empresa, Lazard, "tras escuchar otros criterios". La filial española de Lazard está presidida por un amigo y socio de Rato.

También negó que Bankia concediera créditos a empresas de su propiedad y se refirió a la financiación extra ofrecida por una de sus empresas, Cor Comunicación, a Bagerpleta, constructora de un hotel en Berlín y de la que Rato es accionista. Según dijo, la construcción del establecimiento hotelero fue "más onerosa de lo previsto" por lo que Cor prestó 800.000 euros a Bagerpleta (en parte a través de Kradonara, otra sociedad del exministro y ex vicesecretario general del PP) para aumentar la inversión.

La ex secretaria personal de Rodrigo Rato, Teresa Arellano, disponía de "amplia responsabilidad" en las actividades y empresas en las que participaba, aseguran varios testigos, informó ayer Efe.