La petrolera estatal mexicana Pemex registró en 2015 pérdidas por 521.607 millones de pesos (26.760 millones de euros), lo que supone casi el doble que los 'números rojos' del año anterior, ante lo que la compañía ha anunciado un recorte de sus gastos en 100.000 millones de pesos (5.128 millones de euros).

La facturación de la petrolera en el conjunto del año disminuyó un 26,5%, hasta los 1,17 billones de pesos mexicanos (59.870 millones de euros), frente a los 1,59 billones de pesos (81.448 millones de euros) del año anterior, según ha informado la compañía en un comunicado.

En el último trimestre, Pemex incrementó un 44% sus pérdidas respecto al año anterior, hasta los 168.796 millones de pesos (8.670 millones de euros), mientras que los ingresos disminuyeron un 27%, hasta los 264.227 millones de pesos (13.570 millones de euros).

La compañía ha relacionado estas pérdidas con la continua caída del precio del petróleo y ha recordado que "en todo el mundo, las empresas petroleras han hecho ajustes" para hacer frente a la depreciación de la cotización del crudo.

"Pemex no es una excepción", ha afirmado en un comunicado en el que ha explicado su plan de ajuste para 2016, en el que ha rebajado su proyección del precio del crudo de 50 dólares por barril a 25 dólares, una situación que "plantea serios problemas de liquidez".

En concreto, la petrolera plantea un ajuste de sus gastos de 100.000 millones de pesos (5.128 millones de euros), en el que se incluye una reducción de 65.000 millones de pesos (3.333 millones de euros) en inversiones y un ajuste de operaciones de 6.200 millones de pesos (318 millones de euros).

La compañía ha asegurado que el objetivo de este plan de ajuste es "preservar" a su personal y "mantener la integridad de las instalaciones de la empresa", además de atraer inversiones y hacer frente a "los compromisos laborales y financieros de la empresa".

Además, Pemex ha recordado que a finales de 2015 se enfrentaba a una deuda con proveedores de 147.000 millones de pesos (7.535 millones de euros). "Para hacerle frente, se continuarán buscando esquemas que permitan a la empresa atender estos compromisos", ha indicado.

"Pemex tiene un problema de liquidez y no de solvencia", ha asegurado en su comunicado, en el que ha subrayado que este plan de ajuste "no debilita a la empresa" sino que "fortalece sus perspectivas de largo plazo".

Este plan de ajuste no hace referencia al recorte de la plantilla de Pemex, que asciende a 150.000 trabajadores, aunque durante 2015, la compañía despidió a unas 11.000 personas. Además, el Gobierno mexicano no descarta inyectar capital en la petrolera para aliviar sus finanzas.

A principios de mes, el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, decidió prescindir del hasta entonces consejero delegado de la petrolera, Ignacio Lozoya, después de tres años consecutivos de pérdidas, y situó a José Antonio González Anaya al frente de Pemex.