La negociación que empresa y sindicatos comenzarán el próximo lunes tendrá como elemento central cómo se reorganizará el trabajo en la factoría tras el lanzamiento de las tres furgonetas del proyecto K9 (para las marcas Citroën, Peugeot y Opel) y hasta la llegada de un segundo proyecto que ayude a mantener la actual estructura biflujo de Balaídos (las dos líneas de producción), según ha podido saber FARO. La dirección -que no ha ofrecido detalles sobre cómo quiere mejorar la flexibilidad de la fábrica- quiere garantías para poder hacer frente tanto a un escenario de baja actividad como de alta producción, incluso de forma simultánea.
El K9 se compone de tres siluetas, una más que el actual B9, por lo que si el mercado acompaña serán necesarios más días de producción para atender su demanda. La incógnita que surge en este punto es si ambos proyectos llegarán a coincidir en el tiempo (con el B58 y el B48 no fue así) y cómo se reorganizará el trabajo en las dos líneas de Balaídos teniendo en cuenta que el K9 aprovechará la plataforma EMP2 de la factoría, instalada solo en el Sistema 2. De igual forma, otra incógnita que se plantea es si finalmente la planta viguesa recibirá un segundo lanzamiento que ayude a consolidar las dos líneas actuales de producción y cuándo, una decisión de la que están muy pendientes los proveedores que trabajan en exclusiva para Balaídos.
La previsión que se maneja es que las tres siluetas del K9 lleguen al mercado en el primer semestre de 2018, pero no hay fecha para ese segundo lanzamiento ni tampoco para el fin de serie del resto de modelos de PSA-Vigo. Ante este panorama, la factoría buscaría reforzar su flexibilidad para hacer frente a posibles desajustes de producción entre sus líneas.
