La planta de PSA Peugeot Citroën en Mangualde (Portugal), que forma parte del Polo Ibérico que pilota el centro vigués, lideró el pasado enero por primera vez la producción de vehículos en el país vecino, empujada por el éxito de ventas de sus dos modelos, las furgonetas Citroën Berlingo y Peugeot Partner. Mangualde arrebató el primer puesto en el ranking de fabricantes al complejo de grupo germano Volkswagen en Palmela (Setúbal), Autoeuropa, cuya actividad se ha visto lastrada en los últimos meses por la pérdida de una de sus siluetas (Volkswagen Eos) y el impacto en las ventas del Dieselgate. Así, Mangualde cerró enero con 4.336 coches, frente a los 3.162 de Autoeuropa.
La planta de Volkswagen fabrica en la actualidad los modelos Scirocco, Sharan y Alhambra, tras el fin de la producción del Eos en junio del año pasado. Históricamente, Autoeuropa ha sido la primera planta de automóviles de Portugal, con unos volúmenes de producción muy superiores a los de PSA-Mangualde (en 2015 ensambló 102.158 coches, frente a los 46.602 del centro satélite vigués), pero este año podría invertirse esta tendencia o al menos acortar distancias. Fuentes del sector apuntan como causas a la pérdida del Eos, a un posible efecto sobre las ventas del escándalo de las emisiones del grupo alemán, y a la pérdida de tirón comercial de las tres siluetas en producción.
PSA-Mangualde, en cambio, se ha visto reforzada por el éxito comercial de los vehículos comerciales ligeros Berlingo y Partner, modelos que comparte con el centro de Vigo. En el primer mes de 2016, la planta lusa que dirige Hamid Mezaib (exdirector de la unidad de Pintura de Balaídos) ensambló 4.336 unidades, frente a las 3.162 de Autoeuropa (un año antes, con el Eos en cadena, había fabricado 9.076), las 517 de Mitsubishi Fuso, y las 242 de Toyota-Caetano (las dos últimas empresas fabricación vehículos industriales). En total, la industria lusa del motor fabricó en enero 8.317 coches, de los cuales el 95% se destinó a exportación.
Autoeuropa volverá sin embargo a despegar en 2017, con la instalación de la nueva plataforma MQB del grupo germano en Palmela y un nuevo lanzamiento industrial, para lo que está prevista una inversión de 677 millones de euros, como ya avanzó FARO. También Mangualde se prepara para un nuevo proyecto, en su caso el K9 adjudicado a Vigo el diciembre de 2014, y que supondrá una inyección de 48 millones de euros en la modernización de la factoría. La planta lusa industrializará aproximadamente el 20% de las tres siluetas del K9 (de las marcas Citroën, Peugeot y Opel), por lo que también repuntará su producción, aunque en su caso tendrá que esperar hasta 2018. El centro tiene capacidad para fabricar 100.000 unidades al año.
La planta de Mangualde es uno de los principales impulsores de un clúster del automóvil similar al gallego que tiene como objetivo reforzar su competitividad y allanar el terreno para la implantación en suelo luso de nuevos fabricantes, como adelantó FARO. La entidad, que cuenta con respaldo público de Lisboa y está apadrinada también por Autoeuropa, integra toda la cadena de valor del sector: constructores de vehículos, fabricantes de componentes y auxiliares y un centro tecnológico: el CEIIA (Centro de Excelncia e Inovao para a Indústria Automóvel), aliado estratégico en varios proyectos del Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG).
Balaídos, en otra liga
La planta de Vigo arrancó 2016 con una producción de 37.178 unidades en enero (cuatro veces más que todas fábricas portuguesas juntas), casi la misma cantidad que un año antes (un 0,06% más), impulsada, al igual que Mangualde, por los comerciales ligeros Berlingo y Partner. De hecho, ambos modelos representan más del 55% del total de vehículos ensamblados en el primer mes del año. Les siguen a bastante distancia la versión de siete plazas del C4 Picasso (5.683), la de cinco (4.994) y los sedanes 301 (3.117) y C-Elysée (2.677).
La Xunta espera que Navantia cierre en "días" el contrato con Arabia Saudí
- El conselleiro de Economía, Francisco Conde, afirmó ayer que tanto el Gobierno de la Xunta, como la SEPI y la Ejecutiva central, tienen la "esperanza" de que se pueda concretar en los "próximos días" la firma definitiva del contrato entre Navantia y Arabia Saudí. La alianza con el país de Oriente Medio permitiría la construcción de cinco corbetas por un importe de hasta 3.000 millones de euros, lo que supondría el encargo más importante en la historia de la compañía naval y hasta cinco años de carga de trabajo en los astilleros de la comarca de Ferrolterra y Cádiz.
