La planta de Valadares del Grupo Antolín (Grupo Antolín Vigo) duplicará empleo y facturación a partir de 2018 gracias a los asientos del proyecto K9, la próxima generación de furgonetas de PSA Peugeot Citroën y Opel. Lo confirmó ayer el director de la Unidad de Negocio de Asientos de la multinacional burgalesa, Miguel Marañón, que reveló que la inversión asociada al nuevo lanzamiento alcanzará los 30 millones de euros (10 millones solo en ingeniería). Con el K9, el consorcio prevé una facturación anual de 130 millones de euros entre las plantas de Valadares (que asumirá el 80% de la industrialización y alcanzará los 200 empleos entre mano de obra directa e indirecta) y Mangualde (20% restante), en construcción.

Marañón recibió ayer en Valadares al conselleiro de Economía, Emprego e Industria, Francisco Conde, y al director general del Centro para el Desarrollo Técnico Industrial (CDTI), Francisco Marín, que visitaron las instalaciones viguesas. El responsable de Antolín reconoció que en la adjudicación de los asientos del K9, en la que se impusieron a la planta de Faurecia (Asientos de Galicia), fueron claves los avances obtenidos en materia de costes y procesos en un proyecto Innterconecta del año 2012 financiado por el CDTI, en el que participaron Grupo Antolín Vigo, Grupo Copo, Viza Automoción, PSA-Vigo, Mecanizados Castro (entre otras empresas auxiliares) y los centros tecnológicos de automoción (CTAG) y el metal (Aimen).

El objetivo del programa era conseguir que el módulo interior de los vehículos fuese más ligero, reducido en tamaño y rentable para el fabricante, sobre todo los asientos, componentes en los que Antolín quiere ser líder del mercado. "La clave es que buena parte de las soluciones identificadas entonces han sido tangibles; las podemos aplicar a un precio competitivo y muchas de ellas las veremos en la próxima generación de comerciales ligeros de PSA", indicó Marañón. Antolín logró colocarse en el target indicado por PSA y el pasado septiembre arrebató a Faurecia la fabricación del módulo completo de asientos del K9, como avanzó FARO entonces en exclusiva.

El K9 permitirá a la planta de Valadares contratar a un centenar de trabajadores (hasta los 200 empleados) y beneficiarse de buena parte de los 30 millones de euros que Antolín invertirá en el lanzamiento. El centro, que tiene cuatro líneas de producción (tres para la segunda fila de asientos del actual C4 Picasso y una cuarta suplementaria para la tercera hilera de asientos), verá incrementada su capacidad con una quinta línea, mientras que en Mangualde (Portugal) la multinacional burgalesa ya ha comenzado la construcción de un centro de menor tamaño, con una inversión de 4 millones de euros y la previsión de emplear a cerca de 50 trabajadores, como informó este periódico el pasado diciembre. El actual proveedor de asientos de las furgonetas, Faurecia, también fabrica en Portugal las banquetas destinadas a la planta de PSA-Mangualde.

La previsión que maneja Antolín es que los asientos del K9 aporten una facturación de unos 130 millones de euros anuales entre las plantas de Valadares y Mangualde. La de Valadares había facturado en 2014 unos 75 millones de euros.

Tanto Francisco Conde como Francisco Marín pusieron a Grupo Antolín Vigo como ejemplo de éxito de los programas Feder-Innterconecta. Conde aprovechó la visita para anunciar que la tercera convocatoria del plan permitirá que 144 empresas gallegas desarrollen 67 proyectos de I+D, que contarán con una inversión de 47 millones de euros y en los que se movilizarán aproximadamente 92 millones.