El sector europeo del acero salió ayer a las calles de Bruselas para protestar contra el dumping chino (práctica que consiste en vender un producto por debajo de su precio normal, incluso por debajo de su coste de producción, para eliminar competencia) y pedir a la UE que no conceda el estatus de economía de mercado al gigante asiático, en tanto que la Comisión Europea (CE) aseguró que utilizará todos sus instrumentos para defender a la industria.

Con cánticos, pancartas con mensajes como "Parad el dumping chino" y "Mantened los empleos", y el ruido de petardos, unos 5.000 trabajadores del acero y quince consejeros delegados procuraron llamar la atención de las principales instituciones comunitarias a sus problemas, como la de la Comisión Europea, que ayer organizó una conferencia sobre la energía en industrias consumidoras intensivas.