Los accionistas de las fábricas del grupo Sargadelos tendrán en unas dos semanas vía libre para decidir el futuro de la emblemática marca de cerámica de diseño recuperada por y ligada a la figura de los artistas Luis Seoane e Isaac Díaz Pardo. El respaldo de la banca, de la Agencia Tributaria y de la Tesorería de la Seguridad Social fue más que suficiente para aprobar -con en torno a un 80% de los apoyos de los acreedores ordinarios- el convenio de acreedores que retira la intervención judicial que pesaba sobre la gestión de la compañía desde abril de 2014. La decisión no será efectiva hasta que la titular del juzgado de lo Mercantil número 2 de A Coruña dicte la sentencia que confirmará el acuerdo, tras la apertura de un plazo de diez días para posibles impugnaciones. El plan de pagos que contiene el acuerdo limita la deuda a casi 7 millones de euros, aunque tras las quitas, la firma prevé devolver unos 5 en un plazo máximo de veinte años.

El accionista mayoritario (65%), presidente y consejero delegado de Sargadelos, Segismundo García Rodríguez, compareció ayer en Santiago ante los medios para detallar el convenio y mostrar algunas nuevas piezas de Sargadelos, pero horas antes explicó en declaraciones a este diario que los accionistas no prevén cerrar ninguna de las dos factorías que actualmente tienen en Sada y Cervo (Lugo) "si los trabajadores responden". "Somos una empresa histórica con una gran marca, y es nuestra obligación respetarla, cuidarla y potenciarla", explicó el presidente, quien defendió la necesidad de "actualizar y racionalizar los procesos productivos". El grupo cerró 2015 con un beneficio de 700.00 euros.