Las Bolsas europeas rompieron ayer con la tendencia bajista, pese al cierre en negativo por la mañana de Tokio (-2,31%), y protagonizaron una subida generalizada, animadas por la recuperación de los valores bancarios, que en los últimos días habían actuado como gran lastre. El alemán Deutsche Bank, el primer banco alemán, actuó como catalizador del mercado europeo: si en los días pasados habían circulado dudas sobre su robustez, ayer se dieron la vuelta. Liderado por los bancos, el Ibex 35 español rebotó el 2,73%. En Estados Unidos, la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, dio a entender que está dispuesta a ajustar la senda de subida de tipos de interés ante las dificultades de la economía global.

Banco Santander y BBVA, que ponderan casi un quinto en el Ibex, tiraron del selectivo con avances del 6,25% y el 5,14% por ciento en una jornada protagonizada por la banca. Dentro del sector, el Popular subió un 5,8% y Caixabank, Bankinter y Sabadell sumaron entre un 3,2 y un 4,2%, respectivamente.

La situación del sector financiero ha cebado la incertidumbre en Europa en las últimas fechas. Primero fueron las dudas sobre Italia, cuyo Gobierno irá en auxilio de sus bancos, lastrados por los altos niveles de morosidad (200.000 millones en créditos dudosos).

Incertidumbre política

En España, el servicio de estudios del BBVA presentó un informe donde se afirma que la incertidumbre política podría restar más de un punto y medio al PIB en 2016 y 2017 si se mantiene durante los próximos seis meses. El BBVA considera que este aumento de la incertidumbre ya puede estar restando dos o tres décimas al crecimiento trimestral por los impactos en el consumo y la inversión.

Los temores también se han dirigido hacia Alemania y hacia la pieza mayor de su sector crediticio: durante semanas, ha circulado informaciones acerca de la solidez del Deutsche, acentuadas por los resultados negativos de 2015 (6.800 millones debido a las provisiones por litigios como las graves sanciones en Estados Unidos y Gran Bretaña por la manipulación de índices); entre el lunes y el martes, la cotización del banco alemán cayó más del 14%, empujada por el rumor de que podría tener dificultades para cumplir sus compromisos con los tenedores de bonos; ayer, "Financial Times" informó de que la dirección alemana está estudiando una recompra masiva de títulos. Esa señal disparó la cotización de Deutsche Bank (ayer subió el 10,20%) y favoreció el rebote de la banca en todos los mercados europeos. Con el euro en 1,12 dólares, los principales parqués acabaron la jornada con un alza superior al 2% tras la caídas de anteayer; Milán se disparó el 5 %; París, el 1,59 %; Fráncfort, el 1,55 %, y Londres, el 0,87 %.

La tensión también se relajó en el mercado de deuda. La prima de riesgo española bajó de 152 a 148 puntos básicos. Fue en parte porque amainó la demanda como valor refugio del bono alemán, de referencia para el cálculo de las primas. Por su parte, una subida del petróleo (1,6% en el de tipo Brent) contribuyó al rebote de los mercados.

Contribuyeron también las declaraciones de Janet Yellen durante una comparecencia parlamentaria. La presidenta de la Reserva Federal dejó ver que la estrategia de normalización monetaria (subida de tipos) que ha iniciado el banco central estadounidense podría ser más suave de lo previsto. "Si la economía decepcionase, una trayectoria más lenta de los tipos de interés sería la apropiada", dijo. Un mensaje de doble filo: puede aliviar temores en el mercado, pero también encierra el reconocimiento de que la recuperación de la primera economía del mundo está comprometida.

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