La multinacional automovilística Toyota mantendrá suspendida la producción en todas sus plantas de Japón hasta el próximo 15 de febrero por falta de acero tras un accidente en una fábrica de esta materia prima. Todas las cadenas de montaje de sus 16 factorías en el país dejaron ayer de funcionar, así como otros centros de componentes de la empresa, lo que también afectará a las líneas de producción de sus filiales Hino, Daihatsu y Lexus, según anunció Toyota.

Se trata de la primera vez en que Toyota detiene toda su producción en Japón desde el terremoto y el tsunami que devastaron el noreste del país el 11 de marzo de 2011. El cierre durante una semana supondrá que el primer fabricante mundial de coches dejará de producir entre 70.000 y 80.000 automóviles, lo que podría tener cierto impacto sobre sus cuentas anuales, según reconoció la empresa al presentar sus últimos resultados semestrales. La medida no afecta en cambio al resto de plantas que Toyota posee en América, Europa y otros países de Asia, y que suponen alrededor de la mitad su producción mundial.