El ourensano Antonio Dieter Moure Areán se convirtió el 15 de enero en el presidente de la patronal gallega tras las elecciones más reñidas de su historia. El empresario tendrá que lidiar con una institución partida en dos.
- ¿Va a cambiar su propuesta de tesorero y contador tras no contar con el acuerdo del comité directivo?
- Lo estoy analizando. Cuando se celebre el comité ejecutivo y la junta directiva ya decidiré qué hago. Yo solo llevé una propuesta para analizar.
- Aseguró que iba a proponer expertos en la materia y con tiempo para trabajar, sin fijarse en si eran de Ourense o A Coruña o si procedían de una sectorial o una provincial. ¿Fue lo que hizo?
- Las instituciones necesitan gente seria y trabajadora. ¿Por qué me tengo que fijar yo si es de Ourense o de A Coruña? Lo que quiero es gente cualificada y preparada y que tenga compromiso con la Confederación de Empresarios, lo otro se podría prestar a interpretaciones.
- Para dejarlo claro. Antonio Dieter Moure no es el candidato de Antonio Fontenla. ¿Es así?
- Bajo ningún concepto. Es bien fácil hacer los números. Si a mí me vota solo Fontenla, A Coruña, me quedaría con 40 votos. Si me votan solo algunas sectoriales, otros 40. Y hasta 102 me faltan unos cuantos. Lugo votó en bloque al otro candidato [en referencia a José Manuel Pérez Canal], si acaso sería el otro candidato el de Lugo. Esos votos salieron de algún sitio, y fue de Ourense y Pontevedra. Mi única diferencia con el otro candidato es que yo si no hubiese vencido me habría ido para casa y hubiese aplaudido al ganador.
- Uno de los asuntos pendientes que tendrá que afrontar será la aprobación de las cuentas, que precipitó la salida de Alvariño.
- Yo tengo que aprobar mi presupuesto. Yo las cuentas de atrás no las tengo por qué aprobar, ¿eh?
- Pero están sin aprobar las de 2014 y 2015.
- Sí, pero si las quieren aprobar que las aprueben, eso no es cosa mía. Yo ahí no estaba, esas no son mis cuentas. Mis cuentas son a partir del 1 de enero, ¿sí? Yo propondré a la junta directiva que se convoque una asamblea para aprobarlas. Pero si esas cuentas tienen algún inconveniente, y hablo como hipótesis, yo ahí no tengo responsabilidad de ningún tipo. Yo trataré de que se aprueben, pero si no se aprueban? qué quiere que le diga. A mí no me afecta como presidente.
- Entiendo que usted no estaba, pero hay que aprobarlas. ¿Someterá esas cuentas a la asamblea pero sin defenderlas? Las someterá porque están auditadas pero no son suyas, ¿correcto?
- Exacto. Yo no las puedo defender porque no sabía nada de cómo estaba aquello, a mí eso me viene dado. En 2016 sí tendré que responder de cómo se gastó el dinero de la Confederación.
- Tiene voto en la CEG. Puede votar a favor, abstenerse o en contra de las cuentas de la institución.
- Yo, si las cuentas están auditadas, no tengo por qué votar en contra.
- El voto en contra fue lo que precipitó la salida del anterior presidente.
- En aquel momento se estimó que había cosas que no estaban muy claras. Salió por unas contrataciones a sus empresas, y para mucha gente eso no estaba bien.
- La contratación de un chófer y el seguro, no por las cuentas.
- Me imagino que sería por eso, yo no lo sé.
- Le pregunto porque lo desconozco, no estaba en la asamblea.
- Yo sí estaba, sí. Lo que a mí me pareció más grave es que el presidente hiciese una rueda de prensa dando por aprobadas las cuentas y los presupuestos antes de celebrar la asamblea. Me pareció una tomadura de pelo, por eso voté que no. Cada uno votó en contra por lo que consideró.
- De acuerdo.
- A José Manuel Fernández Alvariño no se le aprobaron las cuentas como una forma de presión para que se fuera porque estábamos en contra de su gestión. Fue una de las razones por las que no salieron adelante, esa es la verdad. [Moure quiere hacer constar esta aclaración con posterioridad a la entrevista concedida a FARO].
- Entenderá que un eventual respaldo de A Coruña, Lugo o las sectoriales sería contradictorio con su postura inicial porque estuvieron en contra. Pero no sabemos qué van a hacer?
- Claro, no lo sé.
- Durante la campaña propuso un cambio de estatutos para cambio del sistema de voto, limitación de mandato o redistribución del peso de sectoriales y provinciales. ¿Lo mantiene?
- Sí, claro.
- ¿Y si no tiene mayoría en la asamblea para sacar adelante sus promesas? Alguien saldrá perdiendo.
- Antes de proponer un cambio de estatutos tenemos que sentarnos todos. Yo a lo mejor pretendo llevar que el presidente tenga solo un cargo, la asamblea no quiere y esa reforma no sale adelante. Quiero consensuar una reforma pero pueden decirme que no, la mayoría es la que manda. El otro día hubo una propuesta de cambio de estatutos y se echó para atrás. No quiero perjudicar a nadie, pero sí que el presidente esté más controlado. Por eso sí estoy de acuerdo en poder presentar una moción de censura, es lo más democrático. Quiero las cosas claras y que se cumplan los estatutos.
- Los estatutos se someten también a interpretaciones. Parte de la asamblea asegura que no se están cumpliendo.
- Yo no sé qué no se está cumpliendo ahora. Y digo ahora, porque del día 15 para atrás no lo puedo saber.
- ¿Y el Plan Pexga? No se ha renovado y podría suponer un problema para la CEG si hay incumplimiento de convenio con la Xunta
- Estamos trabajando en ello y buscaremos una solución. La semana que viene nos reuniremos para tratar de solventarlo. No podemos cerrarnos a nada. Somos serios para ver bien qué le interesa a la Confederación, no lo que interesa a algunos
- ¿Ve prescindible el Plan Pexga?.
- Hay dos formas de verlo, porque hay empresas que lo necesitan. Quizás las condiciones no son las idóneas, y es lo que tenemos que analizar. Para los que exportan será una herramienta válida, pero yo como no soy exportador desconozco a fondo el tema del Pexga.
