Representantes de Seat España se han desvinculado ante la Fiscalía de la Audiencia Nacional del fraude de los motores trucados de Volkswagen, afirmando que por contrato no podían acceder ni manipular de ninguna manera esos motores, que se importaban directamente de Alemania. Según indicaron a Efe fuentes jurídicas, responsables de la empresa se dirigieron al fiscal del caso, Marcelo Azcárraga, para trasladarle de viva voz su postura en la investigación del fraude que investiga el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno.

En esa reunión, le explicaron que las empresas que en España instalan los motores en los coches Seat no pueden, de acuerdo a una cláusula contractual, tocar dichos motores ni el programa informático que los controla y ellos se limitan a ponerlos en los vehículos. Añadieron al fiscal que no sabían que estaban trucados. Azcárraga está en contacto con las diferentes fiscalías de los países donde hay procedimientos abiertos a raíz del fraude, como Alemania, Francia, Italia, Portugal o Polonia, aunque será la Unidad de Cooperación Judicial de la Unión Europea (Eurojust) la que al final decida si el procedimiento se unifica en un solo país.

En Alemania, se realizaron registros en los que se incautó diversa documentación de Volkswagen, por lo que la Fiscalía se plantea pedir a la justicia germana correos u otros documentos que puedan demostrar si los directivos de Seat sabía del trucaje. Mientras, Seat se ha puesto a disposición de la Fiscalía española para enseñarle cómo se instalan los motores en España y agentes de la Unión de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional han acudido a la planta de Martorell (Barcelona) para ver en directo el proceso de fabricación de los coches.