La cuarta revolución industrial ya está aquí y la automoción quiere ser su sector de referencia en Galicia. Toda la cadena de valor del auto, desde la planta de Vigo del grupo PSA Peugeot Citroën a fabricantes de componentes, auxiliares y el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG), se conminaron ayer en Porriño en una jornada organizada por Ceaga (Fundación Clúster de Empresas de Automoción de Galicia) a "no perder el tren" de la Industria 4.0. El sector analizó los retos y oportunidades que supondrá esta transformación para las empresas gallegas, que digitalizarán sus plantas para aumentar su competitividad y alejar así el fantasma de la deslocalización. El presidente de Ceaga, Luciano Martínez Covelo, reconoció que las fábricas del futuro requerirán menos personal de producción pero más técnicos y personal cualificado.

El sector coincidió en que no hay marcha atrás: la empresa que no se adapte no sobrevivirá. "Quedarse quieto no es una opción", recalcó Carlos Lozano, director del proyecto de Transformación de la planta de Balaídos de PSA Peugeot Citroën, ante medio centenar de representantes de industrias del automóvil que acudieron a la jornada. "Hoy es necesario correr mucho para seguir en el mismo sitio, y hace falta correr mucho más para ir más rápido que los demás; tenemos una gran oportunidad para sacar provecho", afirmó sobre este proceso de transformación. "La industria 4.0 es la única puerta que nos puede llevar a competir de tú a tú en mercados globales y responder a los niveles de exigencia, y Galicia va a trabajar para no quedarse un paso atrás; es más, vamos a trabajar para estar un paso por delante de ellos. Lo podremos hacer cuanto más unidos estemos y más trabajemos de forma conjunta", coincidió el presidente de Ceaga.

La Industria 4.0 representa una ruptura con el modelo tradicional de la industria, introduciendo cambios a nivel de fabricación (implica una mayor robotización, automatización de procesos, etc.), logística (hay una comunicación permanente e incluso se aplican algoritmos matemáticos para agilizar el sistema), relación con el cliente (personalización de los productos), conectividad y análisis de datos. En resumen, se digitaliza la industria. El conselleiro de Economía, Emprego e Industria, Francisco Conde, puso ayer como ejemplo a las empresas alemanas en la carrera por la fábrica del futuro, y explicó que su industria automovilística tiene hoy digitalizada el 19% de su producción, y el objetivo marcado para 2020 es alcanzar "el 84%".

Covelo aseguró que la industria 4.0 es "una evolución que se va a producir y con velocidad" y destacó que "hay algunas empresas que ya que están francamente muy bien preparadas". "Algunas industrias nuestras no tienen nada que envidiar a ninguna de Alemania", aseveró, y citó casos como los de Denso Sistemas Térmicos España, GKN Driveline Vigo y Aludec. En el necesario salto tecnológico, la Xunta apoyará a las pymes con el el proyecto "Piloto 4.0 Auto", que dará ayudas para inversiones en este sentido, y el CTAG pondrá al servicio de las empresas su experiencia en campos como la robótica, la logística, la digitalización, la fabricación aditiva, las herramientas de simulación y los sistemas de visión artificial, entre otros, según destacó su director, Luis Moreno.

Sobre cómo afectará la Industria 4.0 al empleo, el presidente de Ceaga asumió que "probablemente" se producirá un trasvase desde las fábricas hacia "los fabricantes de robots o las empresas TIC".