El Gobierno alemán estima que el PIB del país crecerá este año un 1,7%, el mismo porcentaje que el registrado en 2015, según el informe anual preparado por el Ministerio de Economía. El documento, que será presentado el próximo miércoles y que avanza el Der Spiegel, rebaja en una décima los pronósticos que realizó el Ejecutivo de Berlín el pasado otoño. El crecimiento alemán se asentará en los bajos precios del petróleo, la debilidad del euro y los tipos de interés que mantiene en mínimos históricos el Banco Central Europeo.