El petróleo siguió ayer a la baja. El barril de crudo de tipo brent (de referencia en Europa) se situó (por vez primera desde 2003) por debajo de los 28 dólares y llegó a caer hasta los 27,67. Ayer, el poderoso grupo de países petroleros englobados en la OPEP informó que el viernes el precio de su barril tipo también bajó por primera vez desde 2003 de los 25 dólares y se situó en los 24,74 dólares. A las causas ya conocidas del desplome del crudo se sumó ayer la confirmación del fin de las sanciones a Irán y el anuncio por Teherán de que, tras el fin a las restricciones exportadoras, aumentará de inmediato su producción en 0,5 millones de barriles diarios y que antes de fin del ejercicio habrá incrementado su extracción en un millón de barriles.

Esta nueva oferta de crudo se sumará al exceso de producción actual y esto, aunque en buena medida ya era previsible y estaba descontado, ejerció una presión adicional a la baja de las cotizaciones tanto del petróleo como de las bolsas, muy inquietas por la deriva descontrolada del crudo y sus posibles consecuencias no deseadas.

El Ibex 35 español también cayó (se depreció el 0,87% y perdió el nivel de los 8.500 puntos), pese a que en primera instancia España es uno de los países que, por su alta dependencia petrolera del exterior y por su baja eficiencia energética, más se beneficia del abaratamiento del crudo.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, estimó ayer que si el petróleo se mantiene en torno a los 30 dólares el barril, la economía española crecería este año (en ausencia de otros factores que lo pudieran contrarrestar) medio punto adicional sobre la previsión inicial del Gobierno, lo que situaría su avance en el 3,5 %. La previsión del ejecutivo anticipaba un crecimiento en 2016 del 3% frente a los pronósticos de UE, FMI, Banco de España y varias instituciones privadas, que sitúan el avance español este año entre el 2,5% y el 2,7%. La continuidad del petróleo barato entrañaría a su vez, según de Guindos, la reducción del déficit comercial exterior español en unos 15.000 ó 20.000 millones y recortaría la inflación en un punto más de lo previsto.

La estimación de De Guindos sobre el efecto dinamizador del abaratamiento del crudo en el PIB español es coincidente con los análisis de diversos centros de estudios, según los cuales por cada 10 dólares que se abarata el barril, el crecimiento español aumenta entre 0,1 y 0,15 puntos. Este multiplicador difiere según los países.

La OPEP espera sin embargo que este año el precio del crudo empiece a restablecerse. Este oligopolio confía en que los productores que no forman parte del cártel empiecen en 2016 a reducir su producción por primera vez en siete años debido al desplome de los precios.