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El futuro del holding pesquero

La 'vieja Pescanova' nombrará dos miembros en el consejo empresarial

El órgano de gestión tendrá doce integrantes - El cambio estatutario, a votación en la próxima junta

González-Robatto. // Marta G. Brea

El consejo de administración de Nueva Pescanova tendrá doce integrantes, el máximo que permite el artículo 19 de sus estatutos, según pudo saber FARO en fuentes directas de la compañía. De acuerdo a esta cifra, y en base al reglamento que rige el holding pesquero, los antiguos accionistas -la llamada vieja Pescanova, Old Pesca para los fondos extranjeros- podrán nombrar a dos representantes. Se cumple así la máxima aspiración de los socios de la antigua matriz, que inicialmente habían accedido con la banca acreedora a tener un solo vocal en este órgano de gestión. No obstante, la criticada modificación estatutaria del mes de noviembre, notificada en la misma junta en la que Jacobo González-Robatto asumió las riendas de la empresa, establece que la composición del consejo debe ser proporcional.

El cambio en el reglamento interno de Nueva Pescanova será uno de los puntos que se sometan a votación en la próxima junta a petición de los máximos accionistas: los bancos del G7 (Sabadell, Popular, CaixaBank, Abanca, Bankia, BBVA y UBI Banca). Si los socios no acceden la compañía llevará la modificación a los tribunales en una impugnación en la que trabajan ya en el despacho Uría Menéndez, que analiza también si el consejo de Pescanova SA incurrió en "prácticas ilegales" al no cumplir los convenios de las filiales, como avanzó este periódico la pasada semana.

Por sí sola la banca no puede tocar los estatutos ya que cualquier cambio necesita el plácet del 81% del accionariado y la antigua matriz tiene el 20%. Pero en las entidades dan por hecho que la vieja Pescanova perderá un consejero cuando se ejecute la ampliación de capital en el holding, que también tendrá que esperar al 1 de agosto como mínimo. "Con cualquier dilución de su peso en la empresa, esa proporcionalidad ajustará las cosas al punto en que se habían acordado", exponen fuentes próximas al G7. La antigua matriz ha defendido que el cambio en los estatutos -en lo que se refiere a la composición del consejo- se hizo en aras de la "estricta equidad y acorde con las prácticas elementales de buen gobierno".

Según un portavoz de Pescanova SA la compañía no ha estudiado todavía qué representantes nombrará en el holding que heredó el negocio de la pesquera tras protagonizar la mayor quiebra empresarial española de una firma no inmobiliaria (a la espera de lo que suceda con Abengoa). En lo que sí están trabajando es en cómo capitalizarse antes del 31 de julio, ya sea con las acciones todavía suspendidas de cotización o ya en el mercado. Como avanzó FARO en exclusiva el viernes, la banca capitalizará tanta deuda como necesite para aguantar la embestida de los antiguos accionistas. "Nos parece muy bien que hagan una ampliación de capital, así podrán concurrir a la que se haga en Nueva Pescanova. Y, si acuden, se puede hacer otra". Los bancos tienen más de 1.000 millones de deuda que pueden canjear por títulos, aunque no quieren abrir la horquilla al máximo. La deuda devenga ingresos por intereses; el capital, no. En todo caso, y al estar provisionada, la conversión no supondría ningún impacto en los balances de las entidades. "Sabemos que están buscando dinero, y no tenemos nada que decir al respecto", constataba otra fuente financiera en relación a los planes de la vieja Pescanova. En el G7 no perdonan el llamado pacto del 20%, por el cual los antiguos socios se quedaron con una quinta parte de la compañía sin desembolsar los 7,32 millones fijados en los convenios de diez filiales.

Por lo pronto, y aunque de manera oficial aseguran que no tienen cifras, hasta dos consejeros de Pescanova SA han transmitido a otros accionistas su intención de incrementar capital en la sociedad en 250 millones de euros. Contarían con el respaldo de los fondos Cartesian y Broadbill, Iberfomento y Crisgadini, la firma de inversión de Diego Fontán (esposo de la asturiana Carolina Masaveu). Este último estaría dispuesto a aportar 17 millones de euros en la operación para reconquistar la empresa desde dentro a los bancos.

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