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El naval español perdió 35.000 puestos desde 2004, más de un tercio en Galicia

Seis astilleros cerraron, cinco quebraron desde 2010 y diez factorías navales cambiaron de propietarios, según un informe elaborado por la confederación sindical europea Industrial

Hugo Barreiro

España es uno de los países europeos que más fuerza laboral ha perdido en su industria naval desde 2004, junto con Polonia y Portugal. En concreto, la cadena de valor del sector -desde los astilleros a las compañías auxiliares y los fabricantes de equipos- suprimió alrededor de 35.000 puestos de trabajo desde entonces, de los cuales el 37%, algo más de 13.000, se destruyeron en Galicia. Así se desprende de un estudio realizado por la organización europea de sindicatos IndustriAll que analiza la situación actual del sector y su evolución durante el periodo 2004-2014, y que será entregado precisamente mañana a los responsables de la Comisión Europea (CE) en Bruselas para que se comprometan con esta industria. Las centrales también solicitarán -como avanzó este periódico ayer- que la Comisión desista de recurrir la sentencia del Tribunal General de la UE que declaró legal el antiguo tax lease (el sistema de bonificaciones fiscales que usaban los astilleros hasta 2011 para contratar a mejor precio).

El informe de IndustriAll recoge que España perdió 35.000 empleos en el periodo estudiado (el 40% del que había en 2004) y seis astilleros (con una plantilla total de 954 personas), y que desde 2010 cinco factorías navales entraron en concurso de acreedores. También asegura que una decena de constructores navales cambiaron de propietarios y que en los últimos tres años no hubo contrataciones en el sector por el bloqueo sufrido tras la apertura del expediente del antiguo tax lease por parte de la Comisión. En términos de empleo, solo Polonia, que perdió el 75,4% de su fuerza laboral desde 2004, y Portugal (-89%), han sufrido más que España (aunque en cifras absolutas perdieron muchos menos trabajadores).

De las autonomías españolas con industria naval, la peor parte se la llevó Galicia, donde se destruyeron algo más de 13.000 empleos, seguida por Andalucía (8.000), Euskadi (5.000), Comunidad Valenciana (4.000), Asturias (2.500), Cantabria (1.000) y Cataluña (300), según los cálculos de los sindicatos. España es a la vez el país europeo en el que más astilleros cerraron desde 2004, con un total de seis factorías (MCíes, Unión Naval de Valencia, Factorías Juliana, Astilleros de Sevilla, Astilleros de Huelva y Unión Naval de Barcelona), seguido por Polonia, con 4 (con 11.895 trabajadores), Dinamarca, con 3 (2.327), y Alemania, Croacia y Reino Unido, con una, con 180, 550 y 800 empleos, respectivamente.

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El estudio de IndustriAll refleja también que con la excepción de Francia (por el éxito del astillero público DCNS, al 100% de capacidad) y Rumanía, el resto de países con industria naval han visto mermada su cartera de pedidos (medida en toneladas compensadas o CGT) entre 2004 y 2014. También se pone de manifiesto que España es uno de los países con mayores dificultades para financiar operaciones de contratación de nuevos buques y sobre todo para su puesta en vigor, mientras que es de los países en los que es más fácil encontrar personal cualificado y una industria auxiliar competitiva.

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