Las costuras de la caja de la Seguridad Social estallan cuerda a cuerda con la caída de los ingresos, la precarización del mercado laboral y el envejecimiento de la población. Los dos primeros condicionantes se pueden considerar más coyunturales, situaciones que se podrían superar con el incremento de la masa laboral y la mejora salarial (así lo creen algunos economistas). Pero es un hecho que la edad media se eleva y que, aún en vacas gordas (2005-2008), el gasto en pensiones se disparó en Galicia un 20%. En 2014 se destinaron 7.633 millones a las pagas, un 54,6% más que hace una década. Además, cada nuevo jubilado que se da de alta en el sistema tiene derecho a una pensión mucho más elevada que las personas que se dan de baja por fallecimiento. Según los datos de la Seguridad Social del mes pasado, los jubilados que se acaban de dar de alta en el sistema cobran 1.150 euros mensuales de media, por los 767 de los que dejan de ingresarlas. La diferencia supera el 33%.
Es un factor estructural que desestabilizará todavía más la balanza del sistema público. En el año 2005 la pensión media de jubilación de las personas que se daban de alta (nacidas a principios de los años 40) era de 703 euros, y superaba en un 26% la de los mayores que se iban dando de baja por defunción (de la década de los 20, si nos atenemos a la esperanza media de vida). Por tanto los actuales cotizantes, con un salario medio que en Galicia es de 17.729 euros al año, tienen que costear ahora pagas por jubilación más costosas que las de la anterior generación. El mes pasado la Seguridad Social destinó 566,8 millones a abonar las pensiones gallegas, 14 millones más que el mismo mes de 2014 y 28 más que en 2013. Si solo se analiza el importe mensual de las pagas de jubilación -sin viudedad u orfandad-, el gasto crece en torno a 17 millones año tras año, con el agravante de que los asalariados gallegos siguen a la baja.
La crisis laboral
De acuerdo a la estadística Mercado de Trabajo y Pensiones en las Fuentes Tributarias de la Agencia Tributaria, relativa a 2014, el salario medio de los 72.849 trabajadores de entre 18 y 25 años fue de 6.020 euros. Los de la franja de edad de entre 36 y 45 años, el grupo de edad con más cotizantes en Galicia (más de 296.000) percibieron 18.564 euros. Por contra, a cierre del mismo ejercicio había 121.882 declarantes de entre 56 y 65 años, que ingresaban 23.680 euros anuales. Si se cruzan estos mismos datos con el estudio Movilidad del Mercado de Trabajo en las Fuentes Tributarias, que también elabora el Fisco, la conclusión es la siguiente. Solo los cotizantes de más de 56 años ganaron más dinero en 2014 que en 2013. Todas las demás franjas de edad vieron recortado su salario. De media, los trabajadores gallegos ganaron un 0,11% menos el año pasado.
Por este motivo economistas como Miguel Ángel Vázquez Taín apuestan por una política de empleo que no sea solo cuantitativa y valore, además del hecho de crear empleo, que éste sea de buena calidad, a mayores de elevar los salarios. La renovación del mercado de trabajo no está siguiendo esta guía, aunque sí se estén creando nuevos puestos de trabajo netos en España. En el conjunto del Estado, el salario medio anual cayó un 0,56% en 2014. Asturias (0,34%), Madrid (0,08%), La Rioja (0,06%) y Melilla (1,47%) fueron las únicas comunidades donde aumentaron los ingresos medios. En Cantabria se mantuvieron planos.
El único atenuante que ha tenido Galicia, al menos en noviembre, es que fue mayor la cantidad de personas que se dieron de baja que los que entraron ex novo en la lista de perceptores de una pensión de jubilación. Salieron 20.631 jubilados -por defunción, principalmente-, pero entraron 20.497. Eso sí, el conjunto de nuevos beneficiarios (38.220) superó a las bajas (32.529), sobre todo por el aumento de las pensiones de viudedad y orfandad. Si el gasto anual de pensiones mantiene la tendencia de los últimos años, la Seguridad Social habrá pagado más de 7.855 millones de euros en pensiones en Galicia a cierre de año.
