El cambio de rumbo monetario de la Reserva Federal (Fed), que esta semana anunció su primera subida de tipos de interés desde 2006, marca la salida de EE UU de la crisis y sitúa a la primera economía mundial en la senda de ajuste "gradual" justo cuando los emergentes dan señales de debilidad. Los mercados habían descontado en gran medida la subida de tipos de interés en EEUU de un cuarto de punto, que dejó las tasas de referencia entre el 0,25% y el 0,50% como resultado de las señales "bien telegrafiadas" de la Reserva Federal, indicó el banco de inversiones Goldman Sachs en una nota remitida a sus clientes.

Pese a que los expertos coinciden en que el anuncio de la Fed no supuso sorpresas, lo cierto es que desde dentro del organismo se reconoce lo excepcional del periodo previo. Durante la rueda de prensa posterior a la divulgación del comunicado emitido tras la reunión, Yellen subrayó que "esta acción marca el final de un periodo extraordinario de siete años de tipos cerca de cero para apoyar la recuperación de la economía tras la peor crisis financiera y recesión" en 80 años en EE UU. Cuando la Fed redujo de manera abrupta los tipos hasta dejarlos cerca de 0% a finales de 2008, pocos estimaban que sería el inicio de siete años de precio del dinero prácticamente sin coste.